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Hay profesionales que se resisten a vivir de los éxitos cosechados. Después de 18 años al frente de la bodega familiar Suertes del Marqués, y de coronarla recientemente como una de las 100 mejores del mundo (según la revista Wine&Spirits 2023), el enólogo y bodeguero Jonatan García podría seguir rentabilizando los extraordinarios vinos que produce, con ese singular viñedo de Cordón Trenzado, en el valle de La Orotava (norte de la isla de Tenerife). Sin embargo, se ha vuelto a liar la manta a la cabeza y hace pocos meses ha sacado al mercado la primera añada de su último proyecto, OCAMPO: vinos cultivados y elaborados en la vecina DOP Tacoronte-Acentejo.
“Mi familia ha guardado, desde hace años, una amistad con los propietarios de Presas Ocampo”, recuerda Jonatan. La bodega se abrió hace ya 30 años por el empresario Domingo López Arévalo -fundador, junto a su hermano Fernando, del gigante Fedola-. Domingo es hijo, nieto y biznieto de viticultores. “El proyecto que me encomiendan representa cerca del 15% de la producción de toda la bodega y en el mercado, a la fecha, solo está disponible la primera añada, de 2022”, nos explica el enólogo mientras pasea por los viñedos expuestos a los vientos aliseos y las lluvias típicas de los meses de verano en este costado de la isla.
Una de las claves del éxito de los vinos de Jonatan, presentes en las cartas de los restaurantes más laureados de España, es la metodología de cultivo, vendimia y elaboración desarrollada durante años, que ha trasladado de Suertes del Marqués en La Orotava a OCAMPO en Tacoronte, con otras variedades, terrenos y altitudes. Cultivo ecológico, elaboraciones de fermentación espontánea, en hormigón para los tintos y maderas en blancos, apostando en este caso por barricas y fudres de la tonelería austriaca Franz Stockinger (roble francés, de grano fino y tostado ligero).
“Los viñedos ecológicos, sin usar herbicidas, nos permite que los suelos se aireen mejor, retengan el agua de lluvia -durante los meses de verano es muy habitual en esta zona- y crear una competencia en el campo que mejora las maduraciones”, apunta el enólogo. Además, con el uso de levaduras indígenas se consigue mantener esos aromas reductivos que aportan los suelos volcánicos de la isla, tan definitorio de los vinos tinerfeños.
Del día a día en el campo se encarga el enólogo Fran Álvarez, que lleva 13 años trabajando en esta bodega. “Este año hemos tenido una brotación temprana, por el estrés hídrico que sufrió el viñedo en el mes de abril”, detalla mientras revisa los racimos de tintas todavía no recogidos a finales de agosto. La blanca ya se vendimió la segunda semana de agosto, “cuando alcanzó los 12 grados de alcohol, mientras que para las variedades tintas esperamos un poco más, sobre todo que no baje de los 5 puntos de acidez, pues así le damos vida en el envejecimiento”.
El proyecto OCAMPO cuenta, en su primera añada 2022, con dos blancos y dos tintos. En los blancos hay un Listán Blanco 100%, de uvas de distintos viticultores de las medianías de Tacoronte-Acentejo. El método de elaboración es en fermentación y crianza, sobre sus lías, en barricas nuevas de 500 litros durante 10 meses, aproximadamente. “Es un vino que yo comparo con un chardonnay, pues refleja muy bien el perfil del terroir, en este caso, más mineral”, en palabras de Jonatan. El Vidueño, por su parte, es una cofermentación unificada de las variedades albillo criollo, listán blanco, marmajuelo y malvasía volcánica -el cuarteto tinerfeño por excelencia-. La fermentación se realiza en fudres de 1.500 litros durante 10 meses sobre sus lías. “No me gusta moverlas, porque son variedades aromáticas y con volumen, y así no creamos un exceso de grosor en los vinos, pues soy más de afilados que de voluminosos en boca”. Para la próxima añada, nos avanza que incorporará la malvasía aromática.
En los tintos, el Listán Negro 100%, elaborado en hormigón con aproximadamente un 20% de raspón y una crianza separada: un 60% en hormigón y un 40% en barricas nuevas de 500 litros. A los diez meses, se prepara el ensamblaje. “La listán negra es la variedad mayoritaria y su perfil en esta DOP suele tener toques más piracínicos, que encontramos en la cabernet souvignon o la cabernet franc; vinos más domados, finos y afrutados”. La listán negro se vendimia más temprano, al estar plantada entre los 600-700 metros de altitud, mientras que la vijariego es un poco más tardía. Con esta uva se prepara el Vijariego Negro, con 20% de racimos enteros en hormigón y después del prensado, la crianza se hace en fudres de 1.500 litros, “con un carácter floral y fruta roja”.
Con apenas 10 meses en el mercado, los vinos de OCAMPO ya se han colado en las cartas de restaurantes como el trisoleado 'El Rincón de Juan Carlos', 'Donaire' o por copas en 'The Bazaar', el neoyorkino espacio de José Andrés. También sus 12.000 botellas se han repartido por la Península, Holanda, Estados Unidos, Dinamarca y Reino Unido. Y ya están ansiosos por hacerse con su cupo de la añada 2023. Les queda poco.