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Vuelven los Rafas, vuelve Sentimos las molestias. Antonio Resines y Miguel Rellán regresan a sus personajes de viejos amigos en la segunda temporada de la serie de Juan Cavestany y Álvaro Fernández-Armero. Movistar Plus+ estrena los nuevos episodios de esta dramedia en la que el director de orquesta y el rockero deberán aceptar de una vez que son mayores.
Un tránsito al mundo de la vejez para Rafa y Müller que Cavestany y Armero se han tomado de forma literal: los dos protagonistas hacen un auténtico viaje mental que también se vuelve físico. La fórmula del humor, para hablar de la vida y la muerte, nos lleva desde lugares imperdibles del centro de Madrid o El Escorial hasta tomar rumbo al sur, con escenarios de Mijas y Torremolinos (Málaga).
“La serie va de dos amigos que descubren que se están haciendo mayores. En la primera temporada no lo aceptan, pero en la segunda se ven obligados a hacerlo. Es de un concepto más melancólico, pero como esto sigue siendo una comedia, nos hemos alejado de una luz más otoñal de la primera temporada y se han forzado más los exteriores y los días”, comenta la productora de la serie Alicia Yubero (Cuidado con el perro) sobre un rodaje que se prolongó durante casi once semanas.
La segunda temporada de Sentimos las molestias arranca donde dejamos a los dos protagonistas, con Rafa (Rellán) deprimido por su cáncer de próstata y Müller (Resines) teniendo que lidiar con él y con sus propios problemas sentimentales y laborales, que incluyen todo tipo de líos y complicaciones propias de la edad.
Los dos amigos ahora viven y, por seguridad, hacen todo juntos en Madrid, el gran centro de operaciones de la serie. La casa de Müller está en un chalet que el equipo de producción localizó en el acomodado barrio de Aravaca -el interior es en El Viso-, pero ambos acaban viviendo juntos en un piso de protocolo (capítulo 3) que está realmente en la calle Mesón de los Paños, en pleno centro de la capital -aunque cuando salen de casa están en los alrededores de la Plaza de Olavide-.
En la capital también están varios de los lugares a los que tienen que acudir Müller y Rafa con más o menos ganas. Por su salud, Rafa acaba visitando al Dr. Palacios, que pasa consulta realmente en el Hospital Beata María, mientras que la sala de quimio está ubicada en el ‘Hotel NH’ de Ventas.
Cuando Müller acude a su trabajo está en el histórico Teatro Real, al que vemos en planos desde su bonito exterior. Cuando estamos en los interiores y los despachos entramos en el ‘Hotel Intercontinental’, mientras que las escenas del patio de butacas se rodaron en el Nuevo Teatro Alcalá.
Otros interiores a destacar y visitar entre las localizaciones de la segunda temporada de Sentimos las molestias son el Palacio de Hielo -el centro comercial y la bolera en la serie-, ‘Gran Match Billar’ -el encuentro en billares con Emilio-, el Teatro Luchana -el cine con Müller y su hijo Carlos-, la ‘Floristería Freesia’ -donde trabaja Irene- o los restaurantes ‘Jai Alai’ -comidas con Alejandro- y ‘Patagónico’ -donde vemos a Müller y Carlos-.
Si lo que quieres es ver espacios al aire libre en Madrid, los hay y muy famosos entre los escenarios de los nuevos capítulos de Sentimos las molestias. En la serie vemos un buen muestrario de lo que son los paseos por los Jardines de Sabatini, los encuentros en el Parque del Retiro o las charlas sentados en la terraza de la Plaza de Oriente. “Al rodar en el Teatro Real, ya estás allí, son los exteriores que tienes a disposición de forma natural. Es el Madrid elegante, antiguo, que es el que tiene ese poso clásico”, explica Alicia Yubero, que señala también el colapso “en ocupación y subida de precios” por el boom de rodajes que se ha vivido en la capital en los últimos tiempos tras el parón de la pandemia.
Sin salirnos de la Comunidad de Madrid, entre las localizaciones de la serie están también el imperdible municipio de San Lorenzo de El Escorial y sus alrededores. En el capítulo 2 de la nueva tanda de episodios, Müller y Rafa hacen un viaje en coche hasta allí, donde podemos ver distintos detalles de las calles del centro de la localidad, famosa por el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, declarado patrimonio nacional.
Así es como podemos observar el Real Centro Universitario María Cristina, el privilegiado ‘Hotel Victoria Exe’, donde se hospedan los protagonistas, o el ‘Hotel Miranda & Suizo’, que ejerce las veces de cafetería en la serie. Y hay otras dos localizaciones cercanas: el funeral que abre la serie se rodó en El Campillo y toda la celebración de boda se reprodujo en Peralejo (capitulo 4).
Pero la segunda temporada de Sentimos las molestias es más que la capital y sus alrededores. Los Rafas acaban en un viaje para jubilados (capítulo 5) que les hará reflexionar y encontrarse con ellos mismos. El equipo de la serie decidió que el viaje en autobús les llevaría hasta dos clásicos vacacionales de la provincia de Málaga. “Los dos protagonistas están huyendo de la idea de vejez, rechazan a todo lo que pueda oler a la tercera edad, estar encuadrados en ese segmento les parece lo peor que les puede pasar. Y el cambio de mentalidad tenía que venir aceptando también el viaje a los sitios a los que van los jubilados”, dice Yubero.
La primera parada del autobús no es otra que Torremolinos. En la serie vemos un plano abierto del ‘Hotel Pez Espada’, seguramente uno de los hoteles con más fama de la Costa del Sol, donde se hospedaron en los años 60 estrellas como Ava Gardner, Sophia Loren o Frank Sinatra. “Nos fascinó el hotel. No sigue el tópico del todo incluido y arrastra una tradición impresionante”, comenta la productora de la serie.
El mítico ‘Pez Espada’ es captado en distintos detalles a lo largo del capítulo, como se puede ver cuando observamos a los veteranos protagonistas acercándose a su piscina o a la sala de baile. La otra localización de Sentimos las molestias en Torremolinos es en la playa de la vecina La Carihuela, muy distinguible por sus chiringuitos.
La segunda parada de la serie en la zona está un poco alejada de la costa, pero es de las que no hay que perderse si se va a Málaga: Mijas. El equipo comandado por Armero y Cavestany captó las calles del centro de la localidad, distinguible por sus edificios blancos que brillan con el sol y ahora por los scooters turísticos. El equipo de la serie rodó en la tienda de cerámica ‘La Biznaga’ o en el restaurante ‘Aromas’ de la localidad.
Seas viejo o joven, aceptes o no el paso del tiempo, a partir del 30 de marzo podrás emplear tres horas de tu vida en ver los seis capítulos de la segunda temporada de Sentimos las molestias en Movistar Plus+. Los viejos rockeros y directores de orquesta nunca mueren y menos en la pantalla.