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Un hombre busca rehacer su vida tras estar en la cárcel por homicidio. Pero, justo cuando parece pasar página, empiezan a pasarle cosas extrañas que reavivan su pasado. Así empieza la enigmática trama de El inocente, una miniserie creada por Oriol Paulo –El cuerpo, Contratiempo– que llega a Netflix dispuesta a sorprender con altas dosis de intriga.
Dividida en ocho capítulos, El inocente es todo un thriller de suspense en el que iremos reconstruyendo lo que esconden sus protagonistas. Para seguir el rastro de esta investigación hay que visitar distintas zonas de Cataluña, testigo ideal para dar forma a esta tensa producción protagonizada por Mario Casas o Alexandra Jiménez.
Es fácil identificar dónde viven los protagonistas de El inocente: en el Área Metropolitana de Barcelona. Pese a que en el libro original todo ocurre en Estados Unidos, Paulo y su equipo se propusieron llevar esta historia de crímenes a la Ciudad Condal y, sobre todo, que el espectador notara su presencia.
"El género del thriller es muy dado a estar desarraigado estética y localmente, a no tener una relación muy directa con el lugar donde suceden las cosas. Una de las metas que se pusieron en este proyecto desde el principio era adaptarlo y vincularlo muy directamente a Barcelona", explica Sandra Hermida, productora ejecutiva de la serie.
Y esa intención se aprecia en el resultado final. Además de distintos planos en los que se ve el skyline de los edificios más altos del centro, las localizaciones de El inocente nos dan la oportunidad de echar un vistazo a lugares icónicos de la capital de Cataluña –y sus municipios vecinos– mientras intentamos descifrar las claves de este rompecabezas.
Uno de los espacios más reconocibles de la serie es el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC). Aquí se producen dos encuentros entre el personaje interpretado por Casas y el de Ana Wagener. Los vemos tanto en el interior del Palacio Nacional como en su exterior, donde podemos disfrutar de las envidiables vistas a la ciudad que ofrece la montaña de Montjuic.
No muy lejos del Museu Nacional, también distinguimos distintas calles del barrio de l'Eixample, donde se produce un atropello. "Aquí buscamos captar la arquitectura característica de la zona, que se puede asociar mentalmente a Cataluña", asegura Marta Sánchez, directora de producción.
Saliendo del Ayuntamiento de Barcelona, en Hospitalet de Llobregat, nos encontramos con una de las localizaciones de El inocente más llamativas del entorno barcelonés: el 'Hyatt Regency Barcelona Tower' –antes conocido como 'Hesperia Tower'–, un lujoso rascacielos que se ve por dentro y por fuera en un tenso momento de este nuevo original de la plataforma de streaming. Si pones atención, reconocerás también otros lugares de la ciudad que aparecen brevemente en la serie. Por ejemplo, el pintoresco Zoo de Barcelona, el imponente Hospital de la Santa Creu i Sant Pau o los exteriores del Aeropuerto Josep Tarradellas (El Prat).
Rodada íntegramente en Cataluña, los distintos departamentos de la producción recorrieron de arriba y abajo la región para encontrar los emplazamientos que mejor le sentaran a su argumento. Algunos de ellos están adentrándose en la provincia de Barcelona, como en las pobladas Sabadell y Tarrasa o en las algo más pequeñas Granollers y Manresa.
Para ver Granollers, por ejemplo, basta con acercarse a una de las secuencias iniciales de la serie: la fatídica fiesta universitaria. Estos minutos se rodaron en el interior y exterior del Pavelló Municipal d’Esports de la ciudad. De Sabadell podrás distinguir, en el capítulo 3, un avión circulando por su Aeroclub. Sabadell está en la comarca del Vallés Oriental, cerca de otro municipio, Sant Cugat del Vallés, que también forma parte de las localizaciones de El inocente. La tranquila urbanización a la que quieren mudarse Mat y Olivia está en este lugar, pegado al recomendable Parque Natural de Collserola.
Todos estos entornos se utilizan en la serie para dar más información y contexto sobre los protagonistas: "Las localizaciones aportan también una dimensión socioeconómica y cultural a cada uno de los personajes. Cada uno vive o se mueve en mundos distintos: tenemos una zona de abogados para la parte laboral más noble, un mundo policial en zonas más conflictivas o una zona residencial de tipo aspiracional", dice Hermida.
Ya fuera del Área Metropolitana de Barcelona, a algo más de una hora en coche, nos encontramos con una localización clave de El inocente: el Convent de Sant Francesc, en Berga. Este edificio religioso de la comarca del Berguedà se convirtió en el internado que gestiona la directora Valtierre (Susi Sánchez). Reconocerás fácilmente sus pasillos o su bonito claustro.
Otra ruta que se puede hacer desde Barcelona es subir por la costa y disfrutar de sus paisajes marítimos. Si sigues la senda que marca el mar hacia el norte, verás también las localizaciones más veraniegas de El inocente, cuyo rodaje duró casi 19 semanas. La producción rodó escenas en distintos lugares de la comarca del Maresme, capitaneada por Mataró. Aquí se puede distinguir, por ejemplo, la Playa del Masnou, donde se grabó la secuencia en la que se conocen Mat (Casas) y Olivia (Aura Garrido).
Cerca de El Masnou, algo más arriba, nos toparemos tanto con el pequeño pueblo de San Pol de Mar, otro clásico del verano en el Maresme, como con el más grande Lloret de Mar, ya en la provincia de Girona. Ambos municipios han servido para llevarnos hasta Andalucía y recrear Marbella, uno de los centros dramáticos de El inocente. Lloret de Mar no es el único lugar de Girona que luce en la miniserie. Cuando vemos en distintos momentos situaciones que ocurren en una cárcel, estamos viendo una prisión real. Se trata del interior del Centro Penitenciario Puig de les Basses, en la ciudad de Figueras.
Esta cárcel es un ejemplo más del empeño que hubo en El inocente por rodar en escenarios reales: "No teníamos ni construimos decorados. Todo lo que se ve en la serie son localizaciones totalmente naturales que luego adaptamos. Creo que eso le da riqueza a la serie aunque, por otro lado, supuso una complejidad logística (permisos, despliegues, etc…) bastante importante", comenta Sánchez. El resultado de todo este trabajo se puede ver a partir del 30 de abril en Netflix. Desde ese momento, la pelota está en nuestro tejado: hay que desentrañar este enigma en el que el pasado no suelta a sus protagonistas.