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El carrilet, un antiguo ferrocarril de vía estrecha catalán, une Girona y Sant Feliu de Guíxols en un recorrido de cerca de 40 kilómetros. Durante décadas, este tren fue la principal arteria de comunicación entre el verde interior gerundense y el litoral. Hoy discurre a orillas de los ríos Ter, Brugent y Fluvià, con la siempre estimulante presencia del Parque Natural - Zona Volcánica de la Garrotxa al norte. La ruta transcurre entre campos de cultivo y zonas boscosas, siguiendo un itinerario suave apto para todo tipo de viajeros. Al llegar a Sant Feliu podemos disfrutar de sus espectaculares playas, de arena dorada y aguas cristalinas.
Cerca de ocho kilómetros unen Oviedo y Fuso en una de las rutas más verdes de toda la infraestructura. El itinerario nace en el Parque de Invierno de la preciosa Oviedo, atraviesa la carretera local Ayones-Llagú y se adentra progresivamente en un paisaje de colinas calizas que obligan a superar los accidentes geográficos mediante puentes y túneles. Ahí se disfruta de las vistas sobre el río, la gran vega fluvial y las aldeas que la circundan. El recorrido, con un fuerte componente rural, es apto para todo tipo de senderistas y cicloturistas, ya que apenas existe desnivel. Llegando a la estación de Fuso de la Reina, podemos contemplar un paisaje natural espectacular.
Al pie de las montañas, los ríos labraron valles sobre los que anduvieron los ferrocarriles. Sobre sus huellas transcurre ahora esta Vía Verde que lleva de las tierras pasiegas al mar. Se trata de un camino llano, que recorría el tren entre la villa litoral de Astillero y la pasiega Ontaneda. Es un recorrido de aproximadamente 25 kilómetros en los que encontramos un tramo apto para personas con movilidad reducida, se trata de la ruta que transcurre entre Villabañez y Puente Viesgo. La ruta está completamente acondicionada y a lo largo de ella encontramos zonas de descanso y lugares de gran encanto, como la estación de Puente Viesgo, totalmente rehabilitada.
En esta ruta seguimos el recorrido de un antiguo tren minero, el que daba servicio a la sierra de la Demanda. Los 54 kilómetros de esta Vía Verde son un fantástico itinerario entre hayedos y pinares que nos dejarán con la boca abierta. Esta vía, con una parte asfaltada y otra de tierra compactada, está acondicionada para ciclistas y jinetes. El camino atraviesa en parte la Reserva Nacional de Caza de la sierra de la Demanda y mientras caminamos por él podemos disfrutar de frondosos bosques y montañas de una gran riqueza geológica. Entre los puntos más destacados encontramos el pantano de Arlanzón así como los túneles rehabilitados que atravesamos en nuestra andadura.
Concebida para unir Talavera de la Reina con el macizo extremeño de Villuercas, nunca llegó a circular ningún tren por esta vía. El trazado, sin embargo, nos permite ahora disfrutar de una ruta donde los barrancos de vértigo se alternan con los embalses, los bosques y las dehesas, vencidos por grandes obras de ingeniería. Un camino a través de tierras vírgenes bañadas por el Tajo donde podremos disfrutar como nunca de la naturaleza, especialmente en puntos como el embalse de Azután o las dehesas de El Arco. Además, en Sevilleja de la Jara, encontramos un lugar de gran importancia biológica, el Centro de Estudio de Rapaces Ibéricas.
Sus 162 kilómetros de recorrido continuo la convierten en la Vía Verde más larga de España y su extensión nos permite disfrutar, en una misma ruta, de paisajes completamente distintos, desde las sierras turolenses hasta casi tocar el Mediterráneo. En el primer tramo podemos partir desde el municipio de Sana Eulalia, en Teruel, para terminar ya en tierras valencianas, en el municipio de Barracas. Aquí se inicia la segunda parte de la ruta, que finaliza en Algimia de Alfara, a escasos 20km de Sagunto y el mar, rodeados de naranjos valencianos. Al encanto del paisaje natural, se suma la veintena de túneles, puentes y acueductos que pasamos a lo largo del camino.
Situada en la antigua vía de ferrocarril que unía Tortosa y las Tierras del Ebro con Aragón, transcurre por bosques solitarios y túneles cercanos a lugares como Alcañiz, escenario de las Guerras Carlistas o la estación de Torre del Compte, hoy convertido en hotel y restaurante en ruta. A lo largo de nuestro camino atravesaremos paisajes agrícolas -donde los olivares, almendros y vides son protagonistas- así como zonas boscosas de pinos. La vía es de unos 30 kilómetros aproximadamente que podemos recorrer a pie en siete horas o, en bicicleta, en tres. Debido a los cambios de rasante, la ruta sería de una dificultad media.
Entre las frondosas laderas de hayas y robles de los santuarios naturales de Larraun y Leitzarán, un pequeño ferrocarril serpenteaba incansable uniendo, por primera vez, Pamplona con Donostia. Ahora tenemos el privilegio de poder recorrer a pie este increíble trazado donde, además de disfrutar de los bosques atlánticos de este biótopo natural, podemos conocer la arquitectura popular de pueblos como Mugiro, Lekunberri y Leitza. A lo largo de 40 kilómetros, pasamos por una quincena de túneles perfectamente acondicionados que se convierten en un aliciente más del recorrido. En la ruta encontramos pendientes suaves que hacen el camino agradable para todo tipo de viajeros.
Este recorrido de 58 kilómetros por el sur de la provincia de Jaén sigue el trazado del antiguo Tren del Aceite. La ruta, que circula entre el río Guadajoz y el pueblo de las Navas del Selpillar, nos permite disfrutar de un paisaje cubierto de olivos y cortijos típicos andaluces. A lo largo de esta vía vemos también el impresionante Parque Natural de la Sierra Subética y nueve viaductos de finales del siglo XIX, dignos de fotografiar. Si el paisaje nos enamora y queremos seguir disfrutando de él, al final de este recorrido podemos continuar por las tierras vecinas de Córdoba, a través de la Vía Verde de la Subbética.
Esta ruta aprovecha el trazado, de 78 kilómetros, que unía Murcia y Caravaca de la Cruz. A lo largo de este trazado por la comarca murciana del noreste, podemos disfrutar de paisajes naturales de gran belleza en los cuales se alternan tierras áridas con zonas de montaña plagadas de pinares y almendros. El recorrido, además, nos permite también conocer pueblos de interior con gran encanto como Albudeite, inmerso entre barrancos y verdes huertas, o la Mula, donde podemos ver el Museo de Arte Ibérico, considerado uno de los más importantes de la península en esta materia. También es una parada interesante el municipio de Bullas, donde podemos degustar la excelente calidad de los vinos de la Denominación de Origen Bullas.