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Los exploradores europeos de los siglos XVIII y XIX que llegaban a Lanzarote se quedaban boquiabiertos al entrar en camello por el paraje de La Geria. Hoy, tres siglos después, el que visita este paisaje agrario siente la misma sensación de asombro que los antiguos trotamundos. El barón Alexander von Humboldt (1769-1859), el naturalista más importante que ha visitado Canarias, hablaba de un espectáculo imponente.
La creación del sistema de cultivo para la vid con la arena volcánica –lapilli– que ha dado lugar a este paisaje antrópico tan original, es una muestra de ello. La puerta de entrada por el pueblo de Uga, al sur de la isla, por donde se inicia la ruta es, sin duda, la más impresionante, con los incomparables paisajes al fondo del Parque Nacional de Timanfaya y del Parque Natural de Los Volcanes.
El sereno de la noche, como se conoce en Lanzarote al rocío, hace brillar la arena negra volcánica y pone en relieve la irregular geometría que forman los miles de arcos de piedra que configuran los cortavientos individualizados para cada planta. En el paseo por la zona se aprecia cómo las vides están plantadas en el fondo de agujeros amplios de hasta cinco metros de diámetro y una profundidad de uno a dos metros. En ellos las raíces de la vid penetran en las capas de esta tierra volcánica donde encuentran alguna humedad. Siguiendo por la carretera que cruza La Geria, encontramos higueras y árboles frutales, asociados también al cultivo de la vid. La mayoría de las plantaciones de viñedos son de las familias de Lanzarote, que siguen fielmente el cultivo tradicional.
En la Casa-Museo del Campesino, de César Manrique, además del homenaje al campesino encontraremos un monumento a la Fecundidad
Frente a la bodega de La Geria, a la izquierda del camino, descubrimos una pequeña ermita recién restaurada, Nuestra Señora de la Caridad. Construida a principios del siglo XVII, quedó sepultada en 1730 por la erupción del Timanfaya, aunque se volvió a desenterrar a principios del siglo pasado. En su interior se encuentra uno de los lienzos más importantes de Lanzarote, La Virgen de la Caridad del Cobre, de procedencia americana. Un poco más delante de la iglesia, un cartel nos señala la montaña de El Chupadero, donde cada 18 de agosto se celebra la fiesta del verano.
Continuando por la carretera central, volvemos al camino que nos conduce a nuevas bodegas. En este tramo, podemos observar el corte geológico de las capas del suelo, donde crecen las plantas y sus raíces. Siguiendo el camino principal, nos desviamos primero hacia La Asomada y luego a Vegas de Tegoyo. En esta localidad, frente a la ermita, se puede admirar una cueva volcánica hundida, lo que aquí se conoce como jameo.
Salimos de vuelta a la carretera en dirección a Teguise, en este tramo de la ruta podemos desviarnos hacia Tinajo, la localidad de Lanzarote donde hay más viñas, y en el camino pasar por un área llamada Tinguatón, uno de los puntos más próximos al mar de lavas, el Parque Nacional de Timanfaya. En Tinajo, encontraremos el centro de visitantes de Mancha Blanca, donde podremos obtener más información sobre el fenómeno volcánico de la isla y sobre las visitas a las Montañas del Fuegos.
Otra opción es continuar por la carretera hasta Masdache, un pequeño pueblo del municipio de Tías. Nada más pasar esta localidad, a la izquierda, hay que hacer una parada imprescindible en esta ruta: el Museo del Vino, instalado en la bodega El Grifo, del siglo XVIII, la más antigua de Canarias. Allí, a la izquierda, aparece un camino que va a El Islote, pueblo situado al inicio de la zona vitivinícola de La Geria y un interesante lugar para los verdaderos amantes del vino. Pocos kilómetros después del Museo del Vino nos encontramos en el camino con la Casa-Museo del Campesino, obra de César Manrique, una obra que rinde homenaje al campesino y al patrimonio cultural de Lanzarote. En este museo encontraremos también un monumento a la Fecundidad.
Nos ponemos de nuevo en camino para alcanzar el último destino de la ruta, Teguise. Esta localidad fue la capital de la isla hasta 1852 y guarda en su pasado apasionantes historias de conquistadores y corsarios. Sin duda, la mejor puerta de salida del espectacular paisaje de La Geria.
La forma de cultivar el vino en Lanzarote es única en el mundo: la uva crece en hoyos excavados en la ceniza volcánica, en un paisaje sublime que durante siglos ha esculpido el agricultor conejero (habitante de Lanzarote). La recogida de la uva en La Geria es manual. Para protegerse del sol, las mujeres continúan utilizando los mismos atavíos que utilizaban sus abuelas y todavía algunas familias se ayudan del camello y el burro para cargar la uva. El segundo elemento diferenciador del vino de Lanzarote, Denominación de Origen, es la variedad de la uva: la malvasía, que se cultiva en otras islas como Sicilia o las griegas, pero principalmente en Canarias.
Esta uva da unos vinos jóvenes, suaves y afrutados, con unos perfiles muy buscados, al ser delicados, tanto en boca como en nariz. El vino contiene agua, alcohol, azúcares no fermentables, ácidos orgánicos, sales minerales y vitaminas del grupo B, además de colorantes y antioxidantes. Su valor energético depende del grado alcohólico (7 kcal./gr.) y de azúcares (4 kcal./gr.). Su consumo moderado es beneficioso para prevenir enfermedades degenerativas, cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Todo acerca del Vino de Lanzarote puede verse aquí.
Destacan las papas arrugadas con mojo, el gofio (harina de cereal tostado y amasado con un buen caldo de pescado), los pejines, los boquerones y la vieja, un pescado asado. Los guisos más populares son el puchero canario con garbanzos o judías. Y las carnes recomendadas son el conejo en salmorejo y la carne de baifo, cabrito.
Entre los productos destacados están los cuencos de barro cocidos al sol (gánicos), los cestos, esteras, escobas y sombreros de palma, mimbre o pita. Así como la confección de tejidos de bolillos, bordados, calados, ganchillos, hilado, macramé o telares, los trabajos en piedra de las canteras locales y la sal marina, elaborada a la antigua usanza en las viejas salinas del Janubio.
Desde hace ocho años, cada 15 de agosto se celebra la Fiesta del Vino en La Geria. Todo se organiza en el núcleo central del paraje protegido, en la zona de la ermita de Nuestra Señora de la Caridad, donde las bodegas montan carpas e invitan a los visitantes a tomar una copa de vino y a participar en la vendimia con camellos.
En la localidad de Yaiza se encuentra la 'Finca de las Salinas' (Cuesta, 17, Yaiza. Tel. 928 83 26 03) una antigua mansión del siglo XVIII convertida en un hotel de cuatro estrellas. El 'Arrecife Gran Hotel' (Parque Islas Canarias, s/n. Tel. 928 80 00 00) reúne en sus instalaciones servicios como spa o gastronomía, una ubicación ideal, ya que se encuentra en la animada localidad de Arrecife, y unas bellas vistas al mar.
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/07.RestSol.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "Los arroces que te harán peregrinar a Cala Saona")
