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El padre Ángel con Sara y su galgo Bartolo

Fiestas de San Antón en Madrid (2019)

Un Madrid muy bestial

Actualizado: 11/01/2019

Fotografía: Sofía Moro

Los amantes de los animales, tanto pequeños como grandes, reciben con impaciencia sus festejos más esperados, los de San Antón. Durante varios días, loros, perros, ovejas, cerdos, hurones, erizos, periquitos… y otros seres urbanos y rurales tomarán las calles de Madrid no solo para desfilar, sino para demostrar que forman parte de nuestras vidas.
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Mientras que aún perduran los efectos de la subida de azúcar producida por los roscones de Reyes, ya está aquí San Antón. Es considerada la primera de las fiestas populares del año en la capital y resulta muy apetecible, sobre todo para todos aquellos que quieren alargar el jolgorio navideño in extremis. Este año, los actos oficiales están programados del 12 al 20 de enero y no solo tendrán un lado entretenido sino también otro social y educativo.

Dos hermanos con el conejo Bunny a las puertas de la iglesia de San Antón.
Dos hermanos con el conejo Bunny a las puertas de la iglesia de San Antón.

Ejemplo de este enfoque más alla de lo lúdico es la Jornada de Puertas Abiertas del Centro de Protección de Animales del Ayuntamiento de Madrid programada para el 19 de enero, donde los que tengan pensado adoptar una mascota recibirán diversos consejos profesionales. Además, se realizarán actividades infantiles como un concurso de dibujo o cuentacuentos, así como exposiciones fotográficas.

Aunque las actividades organizadas este año se celebran en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, el epicentro del movimiento continuará siendo la Iglesia de San Antón, ubicada en el número 63 de la céntrica calle Hortaleza, entre los dos barrios más hipsters de la capital: Chueca y Malasaña. Un lugar relevante en los últimos años por la labor social que desde allí está llevando a cabo el padre Ángel y la Fundación Mensajeros por la Paz.

Los ayudantes caninos de la Policía Municipal reciben su correspondiente bendición. Foto: Ayuntamiento de Madrid.
Los ayudantes caninos de la Policía Municipal reciben su correspondiente bendición. Foto: Ayuntamiento de Madrid.

El sacerdote pulula por el templo y sus alrededores charlando amigablemente con los fieles, acariciando a las mascotas y haciéndose selfies con aquellos que se lo solicitan. A pesar de las actividades programadas con motivo de la celebración, la actividad habitual no cesa y son muchos los sin techo que por allí se acercan a tomar un vaso de leche y, cómo no, un Panecillo del Santo.

Una hermana reparte los panecillos, que se supone que protegen y contribuyen a que no falte dinero durante el año.
Una hermana reparte los panecillos, que se supone que protegen y contribuyen a que no falte dinero durante el año.

Mercadillos y ruta gastrovegana

El barrio de Chueca se entrega por completo a estos festejos. Sus comercios y establecimientos de ocio, ya de por sí sobradamente pet friendlies, acogerán con los brazos abiertos a todos los clientes que por allí se acerquen con su mascota. Como ya va siendo tradición, el domingo 13 de enero se celebrará en la plaza de Chueca el desfile de perros adoptados y un mercadillo solidario donde se podrán comprar productos para mascotas (collares y correas artesanales, entre otros), y también para sus dueños.

Esta familia acaba de comprar media docena de panecillos que compartirán con su perrito, como manda la tradición.
Esta familia acaba de comprar media docena de panecillos que compartirán con su perrito, como manda la tradición.

Sin embargo, el punto álgido de los festejos llegará el jueves 17 cuando, desde las 10 hasta las 20 h., muchos madrileños con sus mascotas, acudan a la parroquia para recibir la bendición. Es un ruidoso y entrañable ir y venir de perros, gatos, hurones, canarios, tortugas, conejos… amén de otros especímenes menos habituales como cerdos, gallinas e incluso alguna que otra bestezuela exótica llegada del Zoo de Madrid.

Si lo tuyo es más presumir de mascota, nada mejor que participar en las tradicionales Vueltas de San Antón, que comenzarán a las 17.30 h., tras el pregón a cargo del grupo de música Amaral. Las Vueltas no son otra cosa que una especie de desfile a lo largo del eje urbano de las calles Hortaleza, travesía de San Mateo, Fuencarral y Hernán Cortés, donde animales diversos (las Unidades Caninas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, perros guías de la ONCE, caballos de la Policía Municipal y algún que otro ejemplar exótico procedente del Zoo de Madrid) toman vías habitualmente habitadas por vehículos.

La comitiva de animales es uno de los momentos más divertidos de las fiestas.
La comitiva de animales es uno de los momentos más divertidos de las fiestas.

Hay que decir que las Vueltas están abiertas a todos por lo que, si se encuentra por allí dando un paseo con su mascota, no dude en unirse a la comitiva. Es una experiencia muy divertida y que le hará volver a casa con innumerables selfies.

No hace falta tener mascota para acercarse a compartir el ambiente festivo en la calle de Hortaleza.
No hace falta tener mascota para acercarse a compartir el ambiente festivo en la calle de Hortaleza.

Por si esto fuera poco, para redondear la jornada vuelve la Ruta Gastrovegana, este año con más restaurantes y más repartidos por la capital. 'La Encomienda', 'Masa Madre' y 'Vega' son algunos de los establecimientos que elaborarán platos diferentes especialmente para estas fiestas. Pocas experiencias resultan más apetecibles que volver a casa con el estómago lleno tras pasar una tarde diferente con tu mascota.

Ella va de rosa y él lleva la correa gris. Ambos tan contentos de formar parte de la fiesta con su orgullosa ama.
Ella va de rosa y él lleva la correa gris. Ambos tan contentos de formar parte de la fiesta con su orgullosa ama.

Panecillos del Santo, combustible para las fiestas

Pero eso no es todo. Al igual que otras muchas festividades populares, San Antón también cuenta con un dulce emblemático: los panecillos del Santo. Un sabroso bocado que, durante varias jornadas, desde el sábado 14 (de 16.30 a 21 h.) hasta el martes 17 (de 11 a 20 h.) se venderán (5 € la media docena y a 10 €, la docena), en un habitáculo de la propia Iglesia de San Antón que se abre, solo y exclusivamente, durante los días de la festividad. Ármense de paciencia porque las colas que se forman para comprarlos son respetables, sobre todo, el día 17, durante la Bendición de los Animales por lo que, lo único que queda es llevarse a la mascota (si se tiene, sea cual sea) y unirse a la fiesta.

Durante estos días en la iglesia, que permece 24 horas abierta los siete días de la semana, se invita a panecillos.
Durante estos días en la iglesia, que permece 24 horas abierta los siete días de la semana, se invita a panecillos.

Los panecillos de San Antón son pastas elaboradas a base de harina, huevo, azúcar, aceite de oliva, levadura, ralladura de limón que, por su forma rústica adquieren ese nombre menos goloso, pero son perfectas para acompañar con café o un buen tazón de chocolate. Su origen evoca a los panes que comía el santo ermitaño mientras ayunaba para evitar las tentaciones. El propio Velázquez inmortalizó la escena en uno de sus lienzos, San Antonio Abad y San Pablo (1634), que puede contemplarse en el Museo del Prado.

El buen humor impregna también a estos dos voluntarios que venden los panecillos fuera de la iglesia.
El buen humor impregna también a estos dos voluntarios que venden los panecillos fuera de la iglesia.

La poca humedad de su masa hace que puedan conservarse durante meses, lo que ha llevado a que muchos de los que los suelen adquirir durante esas fechas practiquen una mística creencia popular que asegura que, si se guarda un panecillo junto a una moneda en esa casa no faltará el dinero durante todo el año. Eso sí, esa moneda que se ha guardado junto al panecillo, hay que ofrecerla como limosna en la Iglesia de San Antón. También cuentan que ese bollo hay que repartirlo entre los animales que hay por casa en recuerdo de la época antigua, cuando se daba el delicioso y bendecido alimento a los animales para preservarles de enfermedades.

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