Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Compartir
No te pierdas ningún destino
Crea tus rutas, encuentra y guarda los mejores destinos con nuestra App.
Descargar appAñadir evento al calendario
Escribe poemas, canta, tiene una editorial y es un viajero empedernido. Esa sería la definición más escueta de Diego Ojeda (Gran Canaria, 1985), que acaba de publicar Manhattan, su nuevo disco-libro. Pero este incansable trotamundos, al que pillamos en mitad de la carretera entre Sevilla y Málaga, es mucho más que eso. Es uno de los principales promotores, primero desde Frida Ediciones y ahora con Mueve tu lengua, de un insólito fenómeno editorial que ha conseguido calar entre la juventud: libros de poemas y prosa poética convertidos en bestsellers, espacios específicos en librerías y jovencísimos autores ejerciendo de estrellas en redes sociales con la fuerza de sus versos.
En el prólogo de Manhattan, que gira en torno a las experiencias y recuerdos de situaciones vividas en la Gran Manzana, su mánager y compañero de fatigas, Carlos Otto, habla de aquel bocadillo de pata de madrugada que tomaron en Canarias o de la mejor ensaladilla rusa del mundo, en Murcia. Y es que, como dice el propio Ojeda, "esto es un no parar, cada día en una ciudad distinta".
Sí, me gusta, lo que pasa es que también es cansado. Estamos muy contentos porque la gente está respondiendo muy bien. Tenía ya ganas, llevamos casi un año preparando el disco y estaba deseando volver a encontrarme con la gente.
¿Sabes qué pasa? Que cada día estoy más enamorado de España, un país tan diverso, tan plural, tan rico y tan sorprendente que en cada lugar descubres una cosa nueva. Te podría decir que en Asturias me quieren muchísimo y en Murcia también, dos extremos a nivel geográfico muy separados, pero el cariño que recibo es el mismo. Tengo más público en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia… pero luego voy a Zamora, que no había ido nunca, y me encuentro con un sitio maravilloso. Me gusta recorrer el país de punta a punta, conocer las peculiaridades de cada sitio.
Mi lugar preferido es la playa Las Canteras, en Gran Canaria, porque me crié al lado y es una de las playas urbanas más increíbles del mundo. Y luego mi isla favorita, con mucha diferencia, es Lanzarote. Para mí es la que tiene más encanto, más magia. Lanzarote es uno de esos sitios a los que voy al menos una vez al año a perderme, me recarga mucho las pilas. Ese rollo volcánico que tiene, las playas, los acantilados, todo el legado artístico de César Manrique, los Jameos del Agua, Timanfaya… Es inagotable.
Tiene un fenómeno muy particular, la tricontinentalidad, porque políticamente pertenecemos a España y por lo tanto a Europa, geográficamente pertenecemos a África, con todo lo que eso implica y culturalmente somos lo más cercano que pueda haber a América Latina, a nivel gastronómico, musical e incluso por el carácter de la gente. Sin ir más lejos, el acento. En esa mezcla reside la riqueza de Canarias, además por supuesto del clima, la naturaleza y las playas. A mí Baleares me encanta, pero solamente lo puedes disfrutar cuatro meses al año. En cambio en Canarias cualquier día te puedes ir a disfrutar del mar. El ambiente es mucho más limpio que en las grandes ciudades y la calidad de vida es una maravilla.
Aunque me van a matar en Gran Canaria, te voy a decir que una de las islas en las que mejor se come relación calidad-precio es Tenerife. Y hay tantos sitios, tantos bochinches como los llamamos nosotros, que por cuatro duros te ponen pescado recién cogido del mar, tus papas con mojo picón… Cuando estoy allí de concierto suelo ir a 'La Cofradía', en San Cristóbal de La Laguna, un sitio muy recomendable para probar comida canaria auténtica y de calidad. Pero vamos, que te pierdes por la costa y en cualquier bochinche comes de espectáculo.
Madrid es mi gran amor, tengo mi vida hecha allí. Es donde tengo a mi hija, mi casa, mi estudio, mi editorial… Hay muchos sitios especiales, me encanta perderme por el centro, por el barrio de Chueca. Uno de mis rincones preferidos es el 'Libertad 8', uno de los garitos en los que yo empecé a cantar y sitio mítico para los cantautores de este país. Tiene mucha magia. Siempre que pienso en Madrid pienso en el 'Libertad', porque fue el lugar que me abrió las puertas de una ciudad tan increíble. Me gusta ir a escuchar poesía al 'Aleatorio', un bar muy chulo de Malasaña. También adoro irme a la sierra, a montar a caballo con mi hija, o a perderme por los embalses y riachuelos con mi perro.
Me gusta todo tipo de comida, tengo buen paladar y hay sitios que me fascinan. Hay uno que me tiene enamorado, 'El Camoatí', un bistro-bar argentino perdido en una esquina de La Latina. Para mí tienen la mejor carne de Madrid, está bien de precio y tiene un ambiente superíntimo. La comida está espectacular. También me encanta la comida libanesa, y suelo ir a un sitio que está por Argüelles y se llama 'La Libanesa'. Hago una visita periódica, cada dos o tres meses, al 'HD' de Guzmán el Bueno para comerme una exquisita hamburguesa. Me gusta mucho un sitio que hay por Chamberí, el 'Mama Campo', en el que sirven una comida ecológica riquísima. ¿Qué más? 'El Yakitoro' o 'La Taberna Pedraza', en la calle Ibiza. Ahí suelo celebrar mi cumpleaños con mis amigos, hacen una de las mejores tortillas de Madrid.
Normalmente me dejo recomendar, me gusta ir a bares y restaurantes que representan un poco la gastronomía de cada lugar. Me encantan las cosas de la tierra, y uno de mis sitios preferidos para comer es Murcia, porque en mi opinión tienen la mejor huerta de España. Yo tengo dos platos fetiche, muy sencillitos, muy de pobres, pero que me fascinan: a mí me pones un plato de ensaladilla y otro de migas y soy el hombre más feliz del mundo. En Murcia está espectacular, sabe diferente y los ingredientes son los mejores posibles. Me gusta tal cual o marinera, con la anchoa por encima y la rosca de pan por debajo. Las migas que más me gustan son las de La Mancha, sobre todo en sitios de cocina casera. En Ciudad Real hay un bar de barrio, no recuerdo el nombre, donde probé las mejores migas que recuerdo. Con su pimientito, sus uvas, su huevo frito… Me pierdo, me pierdo con eso.
Sobre todo de viaje, en trenes y en aviones, que es cuando más escribo. Se me activa algo, quizá porque desconecto mucho de la cantidad de obligaciones que tengo en el día a día. Apago el teléfono y eso significa tranquilidad para pensar. Yo necesito moverme, no solo porque tenga un concierto o una firma de libros, sino a nivel creativo.
No tanto. Pero por ejemplo, en mis viajes por Latinoamérica he podido disfrutar de la variedad y riqueza de una gastronomía maravillosa. La comida y la bebida mexicana sí que las nombro en varios poemas y canciones, porque son muy representativas de lo que se siente estando en México. Los colores, el picante…
Voy mucho a Alicante, donde tengo a gran parte de mis amigos, y es como mi segunda casa. También voy mucho a Canarias, claro, me acabo de comprar una casita mirando al mar precisamente en la playa de Las Canteras. Estoy deseando poder escaparme porque era mi sueño tener algo así, y mira, he tenido la suerte de hacerlo realidad. Sé que me va a aportar muchas cosas buenas. Todavía no he podido disfrutarla, porque estoy con la gira, pero esa va a ser mi escapada número uno, para descansar, para leer, para desconectar.
Me encanta ir al teatro, ver series, irme de compras... y viajar, aunque parezca redundante. No es lo mismo viajar por trabajo que por placer, es lo mejor que hay en el mundo. Me gusta mucho viajar solo, que es algo que mucha gente no entiende. Aprovecho para estar conmigo mismo, es casi una terapia. También necesito de vez en cuando escaparme con mis colegas por ahí. Y por supuesto estar con mi hija, viajar con ella. Como puedes comprobar no paro quieto.
Viajar por trabajo tiene una parte agotadora. Por eso valoro mucho un buen hotel y para eso tiene que tener una buena cama, buen servicio de habitaciones, el poder dejar el coche… Una de mis cadenas preferidas en España es 'Petit Palace'. No está en muchas ciudades, pero hoy por ejemplo en Sevilla nos quedamos en un 'Petit Palace'. A nivel de comodidad, de estética, de servicios… Me encantan porque son supercreativos.
Ver galería fotos completa
/09_Krudo.jpg.transform/rp-rendition-xxs/image.jpg)
/09_Krudo.jpg.transform/rp-rendition-lg/image.jpg "La barra fresca, ácida y picante de Bérgamo y Correa")
