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Álvaro Mel es un salmantino encantado de vivir en Madrid. Una pasión por la capital que se puede ver en sus publicaciones de Instagram, pero que es multipantalla: ha rodado en sitios destacados de la ciudad en La Fortuna y ahora vuelve a hacerlo en la comedia romántica Un cuento perfecto, una miniserie para Netflix que vuelve a adaptar para la pequeña pantalla una novela de Elísabet Benavent (Valeria).
El actor comparte con Guía Repsol algunos de sus rincones madrileños favoritos para no pasar mucho calor en verano, pero no se olvida de recordar los paseos por su ciudad de origen y tampoco de una de sus pasiones cuando viaja: las playas, a las que siempre se escapa cuando puede.
Lo primero que hago cuando llego a un sitio que no conozco es asentarme un poco, establecer como el campamento base en el que sé que voy a estar. Y, a partir de ahí, me gusta explorar sin rumbo muy claro. Es verdad que a veces cuando voy con más gente vamos todos más en equipo y a sitios más concretos, pero cuando voy solo, que suele ser cuando viajo por trabajo, me gusta perderme.
Cuando viajo, que suelo llegar por la mañana ya después de haber desayunado, lo que suelo hacer también es buscar un sitio para comer, y luego, a partir de ahí, me empiezo a mover por el lugar y así ir descubriendo cosas sin mucho orden.
Desde que tengo 14 o 15 años, incluso 13 me atrevería a decir, uno de mis islas favoritas ha sido siempre Fuerteventura. Una isla impresionante y que está llena de playas que disfrutar. En concreto la que más me gusta de la isla es la playa de El Águila, en El Cotillo, y otras a las que he oído son las de Corralejo. Luego en el sur está también la playa de El Cofete, que la que conozco menos, pero me ha parecido una playa inmensa y llena de paz. Pero si me tengo que quedar con una: la de El Águila.
Después de estar bastante tiempo en Madrid, creo que de lo que más disfruto es mi barrio y poder moverme entre distintos espacios fácilmente. Yo siempre he estado en la zona de Malasaña, barrio de Justicia. Y lo que me gusta más es precisamente estar ahí, con la gente, y saber que puedes hacer de todo. Menos ir a la playa (risas).
Madrid es una ciudad con muchísimas posibilidades y que está muy bien distribuida. Me gusta mucho también notar que hay gente de todas partes, no ya solo de España, sino de todo el mundo. Y así estás en contacto con culturas muy diferentes.
Hay varias que me gustan, pero si tengo que ir a terrazas suelo moverme por las calles de La Latina, que hay varias, o si no también por mi barrio: en Chueca, por ejemplo, hay también muchos sitios para tomar algo al aire libre que están muy bien. Luego, si busco un sitio más resguardado del calor, me quedo con la terraza del museo Reina Sofía.
Justo el de la terraza del museo Reina Sofía, ‘El Jardín de Arzábal’ (Recomendado por Guía Repsol), es el que más me gusta. Cuando no he desayunado o he trabajado muy pronto me gusta tomarme un brunch ahí, que tienen disponible hasta las cinco de la tarde sin problemas. Tienen uno supercompleto.
Aquí tiro para casa: yo soy de Salamanca y en la ciudad hay una heladería que se llama ‘Café Novelty’. Es mi favorita. Un sitio con mucha tradición, con helados muy buenos y artesanos, además.
Salamanca me parece una de las ciudades más preciosas del mundo. No sé si lo pienso porque soy de allí, pero me parece que es una opinión que comparte mucha gente. Cuando voy, siempre doy una vuelta por el casco antiguo. Mi ruta empieza normalmente desde Puerta Zamora. Justo ahí, en la rotonda, hay un bar que se llama ‘El Toscano’, donde puedes empezar el día comiéndote unos churros con chocolate. Y por la calle Zamora voy andando hasta la Plaza Mayor, una de las plazas más bonitas de España, sin duda.
En la Plaza Mayor está el ‘Novelty’, del que hablamos. Ahí te puedes pedir un helado e ir andando con él hasta coger la Rúa Mayor, que es la calle principal del barrio antiguo y es una maravilla también. Por ahí voy bajando y paso por la catedral de Salamanca, imprescindible de ver con su parte románica y su otra gótica. Y bajando desde ahí, llego a la Casa Lis y al Río Tormes, por el que puedes pasar al otro lado en el Puente Romano. Es una ruta que siempre acabo haciendo cuando voy.
Tengo tres que me gustan especialmente: son ‘Mesón de Gonzalo’ (1 Sol Guía Repsol) y ‘Río de la Plata’ (Recomendado por Guía Repsol). Son de mis favoritos, especialmente el ‘Río de la Plata’, me gusta muchísimo.
Lo primero que diría de ‘Río de Plata’ es que tiene siempre muy buen género. Es comida de Salamanca, pero también ofrecen muy buen pescado y marisco. Por otro lado, destaco mucho el servicio que tienen, que es espectacular. Del ‘Mesón de Gonzalo’, lo mismo, es un sitio que empezó hace relativamente poco, pero tienen muchos sabores de Salamanca y Castilla y León. Si te pides un pescado también está bueno, pero en lo que es tema embutidos y carne son una pasada.
Me gustó mucho El Perelló, que también tiene unos sitios de playa muy buenos, y en general me quedo siempre también con la idea de volver a Begur, que me pareció un lugar precioso también.