Ruta en moto por el Parque Natural de Montseny (Barcelona)
Rumbo a la tierra de Àlex Crivillé
120 Kms
2 horas 40 minutos
6 paradas
- 41.6901;2.4916
- 41.7253;2.4641
- 41.7783;2.4621
- 41.8489;2.3910
- 41.8373;2.2810
- 41.8044;2.3475
120 Kms
2 horas 40 minutos
6 paradas
Nuestra ruta arranca en la estación de servicio Moto Stop de Montornés del Vallés, a tan solo diez minutos de Montmeló. Su cercanía al popular circuito de MotoGP hace que sea una de las paradas favoritas de cientos de moteros que se desplazan cada año hasta aquí procedentes de diferentes partes del mundo. "De aquí salen collas –cuadrillas– de hasta 600 motoristas cuando hay Gran Premio", cuenta José María, encargado de la estación y testigo de la fascinación que levantan las motos en esta localidad.
Además de llenar el depósito, esta estación de servicio es un buen lugar para poner a punto la moto. Muchas de sus instalaciones y servicios están pensados en las necesidades de los motoristas, como el suelo fresado en la zona de repostaje, fundamental para evitar que resbale el vehículo; el box de lavado con pistola de presión ajustable o el secador especial para la moto. Podemos hasta dejar el casco y la chaqueta en una percha especial. Lavamos la moto –limpia corre más–, y llenamos las alforjas con un kit reparapinchazos y un par de guantes de repuesto que compramos en la tienda. Tomamos dirección Francia por la AP-7 para no entretenernos con rotondas. Vamos al lío.
Conducimos hacia Sant Celoni, entrada privilegiada al Parque Natural de Montseny, en el límite de las comarcas del Vallés Oriental, la Selva y Osona, entre la plana de Vic y la depresión del prelitoral catalán. Enfilamos el Macizo del Montseny por la cara sur, surcando la BV-5114, una carretera bien asfaltada pero sin arcén, con una línea discontinua que marca el eje central.
Compartimos calzada con ciclistas, a los que hemos de prestar especial atención y adelantar con mimo manteniendo al menos un metro y medio de distancia. Comenzamos el ascenso pasando el desvío a Mosqueroles, dirección este.
Continuamos hacia Campins, donde una vez pasado el pueblo, la línea divisoria de la carretera desaparece, mientras la vegetación se vuelve más abundante, con arbustos y alcornoques con la parte baja del tronco descorchado, descubriendo su carne roja. Atento, porque el ancho de la carretera varía y un autobús de línea hace ese mismo recorrido.
Respira hondo, el olor herbal nos acompaña según ascendemos por la carretera, de la que salen varios senderos para ascender al Turó de L’Home, la montaña más alta del macizo con 1.708 metros de altura; y les Agudes, a 1.706. En el kilómetro 21 hacemos la primera parada. Aquí se encuentra la terraza de 'Avet Blau', un restaurante donde motoristas y senderistas paran a reponer fuerzas. Su menú entre semana cuesta 15,5 euros y ofrece platos de comida catalana tradicional. Desde aquí parte un sendero hasta el Pantano de Santa Fe que forma el río Tordera. Son unos 15 minutos caminando y merece la pena rodear el embalse atravesando la presa.
Volvemos a subirnos a la moto para descender hacia Viladrau. Al cruzar a la provincia de Girona la carretera se convierte en la GIV-5201, de mejor firme y doble carril. A un lado se encuentra el parking y el sendero a Matagalls, y al otro el mirador de Coll de Bordoriol, a 1.089 metros de altura, entre las comarcas de la Selva y Osona. Desde él disfrutamos de una panorámica privilegiada de les Agudes y Matagalls, entre bosques de encina que forman una alfombra de color verde oscuro. Ya en estas altitudes, los bosques caducifolios europeos, como robles, hayas y castaños, componen el paisaje con sus colores (en otoño es un auténtico espectáculo).
Al llegar al cruce con la carretera GI-543 que conecta con Arbucies, giramos a la izquierda dirección Viladrau, un pueblo situado en una colina a 840 metros, en la orilla de la Riera Major, y conocido sobre todo por su agua mineral. Llega un tramo de curvas lentas trazadas con compás, que vamos enlazando en segunda, dando golpecitos de gas. Justo antes de llegar al pueblo hay una fuente para refrescar la garganta con el afamado líquido.
Calmada nuestra sed, continuamos. En la primera rotonda tomamos la primera salida dejando la iglesia a nuestra izquierda, dirección Seva por la GI-520. En el km 4, al pasar un espléndido sauce llorón gira a la izquierda, sin desviarte. Presta atención, justo aquí hay un desvío hacia la GIP-5251 que lleva a Vic norte por unas curvas muy sexies. No lo cojas, ese camino se merece volver para otra aventura sobre ruedas. Continuamospor la GI-520 hasta el km 7 donde tomamos la BV-5303 hasta Seva, situada a 663 metros de altitud.
El camino está lleno de excelentes curvas, que han servido de caldo de cultivo para pilotos de rally como Pep Bassas; y de motos, como el bicampeón mundial Àlex Crivillé, el primer español en conseguir un título en la categoría reina y cuya escultura giratoria, obra de la catalana Marta Solsona, atrae a muchos fans hasta Seva. Los primeros documentos del pueblo datan del año 904, cuando era una Sagrera. En la actualidad es un pueblo de veraneo y donde suele concentrarse el equipo de fútbol del Barça.
Nuestra ruta continúa hacia Brull por la BV-5301, en el valle formado por Matagalls y Pla de la Calma, a 843 metros de altura. Merece la pena parar para ver su hermoso ayuntamiento, junto a la iglesia románica de Sant Martí, del año 1057, con su arquería lombarda, una nave y tres ábsides. La localidad es rica en yacimientos arqueológicos y tiene restos de una muralla ibérica. Muy cerca, el restaurante 'Coll Formic', de cocina casera catalana, tiene un mirador desde donde se alcanza a ver el mar. Buen punto de partida para iniciar la ruta a Matagalls, situado a 1.700 metros.
De nuevo inmersos en el Parque Natural de Montseny, el bosque se torna frondoso de encinas y robles, la carretera es revirada, muy divertida, con una línea discontinua que indica el eje, sin arcén. El descenso bordea el municipio de Montseny para cruzar San Esteban de Palautordera y Santa María de Palautordera, y completar así el círculo. En solo media hora estaremos de vuelta en el mundanal ruido de Barcelona si tomamos la AP-7, con algo más de calma por la C-35.