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Estos son algunos de los conceptos necesarios para entender la fiesta: El Tabal, pregonero que va siempre acompañado de un tambor de grandes dimensiones; Turcs i Cavallets, personajes que representan a cuatro caballeros cristianos y cuatro turcos que protagonizan una batalla en la que los primeros siempre son vencedores; Les Maces, comparsa que interpreta la lucha entre el Bien y el Mal; Les Guites, unos de los elementos del bestiario popular, que representa a un dragón de cuello de jirafa que lanza fuego por la boca; L'Àliga, figura que representa a un águila y cuyo particular baile es uno de los momentos más esperados de la semana; els Plens, es el espectáculo más grande de La Patum, las luces se apagan en la plaza del pueblo y cientos de cohetes se encienden a la vez convirtiéndolo en una auténtica bola de fuego.
El fuego y los petardos son los grandes protagonistas de esta fiesta, por eso es importante que cumplamos a rajatabla las recomendaciones de indumentaria para evitar accidentes, especialmente si asistimos a els Plens. El uniforme se compone de: calzado resistente (preferiblemente, botas de montaña), camiseta de algodón y manga larga, pantalones vaqueros o de cualquier tejido que no sea sintético y, por supuesto, el pañuelo de La Patum, que podemos comprar en cualquier tienda del pueblo. La indumentaria no es lo único que debemos tener en cuenta, las personas con problemas respiratorios, además, deben evitar asistir a los espectáculos de fuego ya que el humo es intenso y podría ocasionarles problemas.
Si no queremos que nos miren mal, cuando nos acerquemos a la barra de un bar durante las fiestas de Berga, podemos olvidarnos de pedir un refresco, cerveza o agua con gas. Lo que manda la tradición es que en La Patum bebamos la famosa y popular barreja. Se trata de una combinación a base de tres partes de moscatel por una de anís (siempre con hielo, por supuesto). Esta bebida la tomaban antiguamente los campesinos que debían trabajar duro de buena mañana y necesitaban entrar en calor.
La mayoría de espectáculos incluidos en La Patum se caracterizan por ser multitudinarios y con presencia de petardos, por eso es recomendable que antes de sumarnos a la fiesta, conozcamos en qué consiste. Además de informarnos sobre su funcionamiento, es muy recomendable que observemos antes cómo se desarrolla y veamos después como participar en ella. En el caso de Els Plens, por ejemplo, cuando las luces se apagan, los cohetes, el humo y el gentío (cerca de 6.000 personas) toman la plaza. Si no queremos agobiarnos entre tanto alboroto, lo mejor que podemos hacer es ver la primera representación desde fuera y valorar después si queremos vivir la escena desde dentro o simplemente desde los extremos de la plaza. Se hacen cuatro Plens diarios así que tenemos varias oportunidades para sumarnos a la multitud.
Pese a que el fuego está presente de forma continua, por extraño que nos parezca, La Patum también es cosa de niños. De hecho, existe una fiesta exclusiva para ellos. El viernes se celebra La Patum infantil, formada por los mismos elementos que la de los adultos pero con dimensiones más reducidas. Por la mañana, un pasacalles anuncia el inicio de las actividades y a partir de aquí, toda la jornada sigue a rajatabla las tradiciones: comparsas, bailes y petardos, aunque todo con la garantía y seguridad adecuadas para los más pequeños. Si nos animamos a llevar a nuestros hijos a Berga, les estaremos haciendo partícipes de una fiesta que ha sido declarada Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.