Parque de la Prehistoria de Teverga

20.000 años de viaje en el tiempo por la Asturias profunda

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20/10/2024 –

Actualizado: 25/03/2024

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Cavernas tatuadas y galerías, bisontes europeos y los antepasados del toro y los pequeños sapiens que corretean y exploran por este lugar. Entramos en un viaje al pasado, en una experiencia interactiva en mitad de la naturaleza que alberga el Parque de la Prehistoria de Teverga, un complejo camuflado entre los bosques del interior de Asturias.

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“El Parque de la Prehistoria de Teverga es un proyecto cultural que tiene como objetivo dar a conocer el arte del Paleolítico Superior en Europa”. Así lo explican desde el equipo de este recurso financiado por el Principado de Asturias. Pero no hablamos de un museo, o un zoo, ni siquiera de una cueva con vestigios del paleolítico cuya entrada esté restringida para su conservación. Hablamos de un entorno bucólico con zonas arboladas, parques abiertos, galerías y cuevas con recreaciones de arte rupestre donde poder descubrir e indagar libremente en este mundo antiguo. Y, sobre todo, hacerlo en familia.

en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Recreación del Salón Negro de la cueva de Niaux, en Francia.

El parque natural Las Ubiñas-La Mesa es un territorio de montaña situado en la parte meridional de Asturias, a 50 kilómetros de Oviedo. Entre desfiladeros, picos afilados de caliza y macizos como el del Peña Ubiña, se encajonan valles trazados por ríos mineros ocultos entre la espesura del hayedo y el bosque de ribera. Desde la capital del Principado seguimos el curso del río Trubia, afluente del Nalón, cuyo cauce lo acompaña la carretera AS-228 para ofrecer al viajero un recorrido por la Asturias profunda y por pueblos como Proaza, epicentro del oso pardo en la región con permiso de Pola de Somiedo. El río Teverga nos guía ahora hasta su municipio homónimo, cuya totalidad forma parte del Parque Natural Las Ubiñas-La Mesa, que es también Reserva de la Biosfera. En este periplo marcado por la cadencia fluvial y boscosa irrumpen enormes farallones calcáreos, como reminiscencia de un paisaje aún más abrupto al sureste, y recorridos a pie o en bicicleta, como la mítica Senda del Oso, que discurre en paralelo al curvilíneo asfalto.

Niñas jugando en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Un entorno natural idílico que propicia el contacto de los niños con la naturaleza.

Dejamos atrás núcleos rurales como San Martín (o Samartín) y Entrago hasta llegar a las afueras de San Salvador de Alesga, donde un pequeño valle verde entre cumbres nevadas nos presenta nuestro destino. Las nubes se disipan, el clima cambia tras cada túnel y el tiempo no se detiene, da marcha atrás. Pongamos 20.000 años. Entramos en el Parque de la Prehistoria de Teverga.

Un cuerno de mamut en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

El mamut es el único ser inerte en tres dimensiones del lugar.

Animales salvajes de otro tiempo

“Es un sitio muy cómodo para ir en familia”, explica Sara Izquierdo, que acaba de llegar con la suya. Le acompaña Pablo, su marido, y sus tres hijas de 2, 4 y 6 años que entran corriendo a este complejo abierto en 25 hectáreas de superficie virgen, estructurado en pequeñas sendas, fincas y edificios fundidos en el paisaje. “Es un entorno natural idílico que propicia el contacto de los niños con la naturaleza”, comenta Sara sobre este parque que cuenta a su vez con cercos con animales que contrastan con las típicas vacas y caballos astures que acabamos de dejar atrás.

Exterior del Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

El Parque de la Prehistoria permite observar en vivo a los animales que ya pintaban nuestros antepasados.

“El Parque de la Prehistoria permite observar en vivo a los animales que ya pintaban nuestros antepasados”, informan desde este equipamiento de divulgación científica. En la primera parcela nos detenemos para observar un pequeño grupo de caballos tarpanes. Esta especie se extinguió en el siglo XIX, pero los ejemplares que podemos ver son el resultado de la mezcla de los tarpanes forestales con la raza polaca konic. Así lo explican los paneles informativos que se reparten por el parque.

Caballos tarpanes en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Aunque se extinguieron en el siglo XIX, se ha recuperado la raza de caballo tarpanes, mezclado con la raza polaca konic.

En mitad de la vega, por donde transcurre el río Páramo, asoma el primero de los tres edificios de este proyecto cultural que se funde y dialoga con el ecosistema que lo envuelve. Fue proyectado en 2005 por el estudio de arquitectura Dani Freixes & Varis Arquitectes. El del centro de recepción de visitantes y la cafetería se presenta como una gran estructura con forma de medialuna semienterrada en la ladera, que combina en una sola planta el hormigón y el forjado con pilares de acero.

Poblado prehistórico en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Aquí los más pequeños podrán conocer cómo vivían en los poblados prehistóricos.

La entrada a los espacios exteriores del parque es gratuita, mientras que el acceso a Cueva de cuevas, que se realiza con guía, tiene un precio de 6,08 euros la general y reducida 3,62 euros. El Parque abre prácticamente todo el año, pero aún así, conviene consultar la web para conocer los horarios, los días de cierre y las distintas actividades que aquí se realizan.

Gamo en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Un gamo viene a saludarnos.

Una escultura de un mamut (el único ser inerte en tres dimensiones del lugar) se yergue frente al centro de visitantes, junto a una zona con terraza, merendero y parque infantil. “Este es un punto a favor del recinto porque te permite tener un momento de descanso con los pequeños”, considera Sara, antes de ir con Pablo y la tribu a ver a los uros salvajes. O neo-uros, más bien. Pues el uro era el antepasado de todas las vacas del mundo, que se extinguió en el siglo XVII y se decidió recuperar genéticamente en los años 30 para rebautizarlo como uro de Heck, o neo-uro.

Espacio natural del Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

El parque natural Las Ubiñas-La Mesa es un territorio de montaña situado en la parte meridional de Asturias.

Cruzamos ahora el río Páramo por el puente que comunica con un poblado prehistórico donde las niñas curiosean entre sus tres cabañas paleolíticas acompañadas con ilustraciones sobre la caza, la pintura o la fabricación de herramientas en la Prehistoria. Justo al lado se encuentra la Galería.

Dos ejemplares de bisonte europeo en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Apenas quedan 6.000 ejemplares de bisonte europeo.

Un espacio de arte cavernario

“La Galería nos invita a viajar al pasado de la mano del hombre paleolítico para conocer su arte, los motivos que representaba y las técnicas que utilizaba”. Así lo explican desde el Parque de la Prehistoria de Teverga. La entrada está dominada por un lucernario circular abierto al cielo que da la bienvenida al visitante a este espacio interior de mil metros cuadrados. Propone un recorrido didáctico a través de textos, dibujos, mapas, fotografías y audiovisuales, maquetas, reproducciones y facsímiles conectadas con este arte milenario. Todo está integrado en su ambiente original, el de las cuevas primitivas, con reproducciones de pinturas rupestres, objetos rituales y utensilios prehistóricos recuperados. En este moderno centro de interpretación se desarrollan contenidos teóricos a cargo de Comité Científico Internacional.

La Galería en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

La entrada a la Galería está dominada por un lucernario circular abierto al cielo.

Subimos por las escaleras exteriores de la estructura que nos conducen a una explanada ajardinada que hace de mirador del valle del Páramo, donde encontramos otro recinto vallado donde habita una manada de ciervos y gamos curiosos que se acercan sin miedo a los visitantes. Son también especies protagonistas en las cuevas que estamos a punto de visitar.

Una niña juega con una flor en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Más de 25 hectáreas de superficie verde para conocer.

“Cueva de Cuevas es un espacio para descubrir en la penumbra la magia de las representaciones artísticas en el marco natural, con el mismo ambiente en el que se encuentran las pinturas y grabados originales”, explican. Se trata de un recinto subterráneo que recrea fielmente el mundo artístico y espiritual del interior de las cavernas, con reproducciones a escala real de tres significativos conjuntos del arte rupestre y Paleolítico europeo: las cuevas de Tito Bustillo, el Salón Negro de Niaux y el Camarín de Candamo.

Recreación de cueva de Tito Bustillo en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Las primeras representaciones de Tito Bustillo fueron creadas hace 23.000 años.

Nos adentramos en este espacio oscuro junto a otro grupo de familias y Javier Fernández, nuestro guía en esta ruta subterránea. “Quienes pintaban estas cuevas eran nómadas que pertenecían a sociedades de cazadores y recolectores pero que no vivían en ellas”, explica el técnico del Parque de la Prehistoria de Teverga. “Las pinturas y grabados que vamos a ver son recreaciones de las originales empleando las mismas técnicas y materiales que utilizaron sus autores”, añade.

Paredes y techos de piedra caliza, suelos irregulares en desnivel, la creciente humedad, el silencio y la oscuridad nos ayudan a hacer este viaje de 20.000 años atrás. Nuestra primera parada es la sala de los policromos de Tito Bustillo, en Ribadesella. “Esta cueva fue descubierta por accidente en 1968 por unos espeleólogos y lleva su nombre por la cantidad de colores que conserva”, añade Javier Fernández. “El animal más representado es el caballo, en este caso del tipo tarpán”, apunta el guía. Las primeras representaciones de Tito Bustillo fueron creadas hace 23.000 años y las últimas hace 13.000.

Exposición de la Galería en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Los niños pueden disfrutar de diferentes talleres y actividades de arqueología experimental.

La segunda sala que encontramos es la recreación del Salón Negro de la cueva de Niaux, en Francia. “El animal que predomina aquí es el bisonte, representado en la parte superior del panel, aunque también aparecen algunos caballos y cabras”, comenta el guía sobre estas pinturas con 13.000 años de antigüedad. La última sala del recorrido cavernario es el espectacular Camarín de Candamo. Se llama así por la pequeña cámara donde, hace 21.000 años, los pobladores de esta zona asturiana decidieron crear una especie de santuario a 12 metros de altura entre formaciones geológicas que decoraron con la representación de un caballo Przewalski, como protagonista, acompañado por tres ejemplares de su misma especie y un uro, el antecesor del toro que descubrimos en la pradera.

Exterior de la Galería en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

La entrada a los espacios exteriores del parque es gratuita.

Salvar a la especie

Salimos de la Cueva de Cuevas para terminar de explorar el Parque de la Prehistoria de Teverga, que guarda en su colina un par de fincas donde podemos observar en vivo ejemplares de los famosos caballos Przewalski, con sus particulares crines, y los grandes bisontes europeos. La incorporación de ambas especies, en peligro de extinción y en vías de recuperación, es una iniciativa que busca la conservación e integración de estos animales que vivieron hace miles de años y de los que solo quedan 6.000 ejemplares, en el caso de los bisontes europeos, y 1.500, en el de los caballos Przewalski.

Un gamo en el Parque de la Prehistoria de Teverga (Asturias)

Los animales, algunos en vías de recuperación, se encuentran protegidos en este entorno.

Además de la visita guiada a la Galería y Cueva de Cuevas del Parque, los niños pueden disfrutar de los diferentes talleres y actividades de arqueología experimental desarrollados en el equipamiento, además de aventurarse a recorrer una parte del itinerario a pie de la Senda del Oso, que pasa justo aquí al lado y que es uno de los emblemas de la zona.