Compartir
Compartir
Compartir
Compartir
En plena huerta de València, en Meliana, con su propio huerto, gallinas, un estanque y terraza muy agradable Un lugar tradicional de los que quedan pocos cerca de la capital. Un acierto de la joven pareja , Ana y Chemo, que dejó el mundo de la publicidad y la comunicación para dedicarse por completo a la hostelería. Primero en la capital, con el restaurante Gula. Ahora ya en Napicol, una casa solariega que ofrece un desfile de platos típicos pero con alguna sorpresa. El Matrimonio, anchoa, navaja y boquerón, que más bien parece un trio bien llevado, delicioso. Las cocochas rebozadas fueron una delicia, las justas en ración para acompañar con el pan de cristal. Y la fideuà, servida en medio de la mesa como marca la tradición, no podía estar más buena. Fideo fino " con su socarrat" Anselmo, el padre de Chemo, atento a todo en sala y como colofón un Lemon Pie de postre. Mucha variedad de vinos de la zona.
Localización