Museo Goya

Zaragoza, Zaragoza

Qué ver

Adentrarnos en la mente de uno de los artistas más relevantes del mundo, en sus pensamientos y en su manera de ver la pintura y reflejar la realidad a través de ella. Sumergirnos en el mundo del pintor aragonés, Francisco de Goya, esa es la misión del museo Goya (Zaragoza). Un recorrido por sus pasillos nos adentra en un sinfín de obras que van desde el romanticismo hasta el más puro vanguardismo del siglo XX con unas pinturas que muestran la más cruda realidad de la época. Parada obligatoria en nuestra visita a Zaragoza, el museo Goya no podía estar en mejor lugar que la casa de Jerónimo Cósida, una de las más bellas edificaciones del Renacimiento zaragozano. Para entrar al submundo del arte goyesco, primero hemos de atravesar un bellísimo patio cuadrado sostenido por columnas anilladas y decorado con medallones de yeso. Nada más entrar, autorretratos del pintor nos dan la bienvenida a una exposición que nos hará ver el arte a través de los ojos del artista aragonés. Subimos las escaleras hasta llegar a la primera planta donde, los pintores antecesores a Goya, nos muestran una pintura barroca, con amplio protagonismo religioso en la que expresan gran devoción y emotividad. Ya en la segunda planta sus obras nos trasladan al mundo en el que Francisco de Goya nos muestra la evolución de sus pinturas desde su juventud en Zaragoza hasta el máximo esplendor de su carrera como pintor en la Cámara de Madrid. Otras de las salas de esta planta nos contextualizan mostrándonos cuáles eran los referentes del artista en sus diferentes etapas. Y, como todo buen artista, Goya también tuvo sus seguidores, que atraídos e influidos por la espectacular obra del artista, quisieron imitarlo. Para completar esta espectacular exposición de Goya y artistas aragoneses, podemos encontrar diferentes obras de Santiago Lagunas, Fermín Aguayo y Eloy Laguardia, precursores de la pintura abstracta en España.