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Poblado del Bagil

Moratalla, Murcia

En principio el nombre de cerro de las Víboras nos trae a la mente un sitio más bien inhóspito en el cual Pat Garrett y Billy El Niño se pudieran haber refugiado. De hecho, su paisaje rocoso y de clima árido nos llevan al western directamente. Pero el poblado que aquí se asentaba no era ni de indios ni de colonos, sino de gentes del último Calcolítico y la Edad de Bronce, naturales de Moratalla de entonces. Sabemos esto gracias las excavaciones realizadas por estudiosos de la Universidad de Murcia que, a principios de los 80, descubrieron los restos arqueológicos del poblado del Bagil, cerca del Calar de la Santa. Hoy podemos pasear por sus piedras y admirarnos de que, después de unos 3.000 años, muchas de ellas sigan en pie. Sabemos así que eran una sociedad compleja e importante porque si no, ¿a qué construir muros defensivos y torreones si no había algo importante que proteger? o ¿por qué dedicar sepulcros megalíticos si es no era para rendir homenaje a personajes de rango? El dolmen de Bagil, al que le falta la cubierta, es buena prueba de ello.

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