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Palacio de Igartza

Beasain, Gipuzkoa/Guipúzcoa

El palacio de Igartza y el río Oria reclaman su protagonismo en el espectacular barrio de Igartza. Entre ellos, es el primero el que se lleva la palma. Imponente, domina sobre el verde, como antaño hiciera Juan López de Yarza en su victoria sobre los gamboinos en la guerra de Bandos. Su espíritu aún pervive en los restos que se conservan de la torre que construyó. Una fuerza de la que parece haberse contagiado este monumental palacio levantado en el siglo XVI. De planta cuadrangular, está situado merced a un enorme patio central. Un bellísimo arco de medio punto permite acceder a su cuidada estructura. Sus muros, de piedra arcillosa, arenisca y silícea, están hechos en mampostería y relucen en su planta baja. Esta, se ve algo eclipsada por el piso superior. Allí, la madera reina sin discusión. Lo mismo hace en su espectacular patio interior, colocándose sobre él en una barandilla de la que cuelgan dos estandartes. Uno verde y otro amarillo. Quién sabe si señalando algo. Un enigma más para un lugar que merece la pena descubrir.

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