Monasterio de Leyre

Yesa, Navarra

Qué ver

El sonido de un canto gregoriano rasga la tranquilidad que emana la arquitectura austera que envuelve el monasterio románico de San Salvador, más conocido como monasterio de Leyre, por encontrarse enclavado en la serranía del mismo nombre. Sepulcro de los primeros reyes navarros, sobrecoge tanto el templo como el entorno, mágico. A cinco kilómetros de las aguas turquesas del embalse de Yesa se encuentra el que se ha denominado cuna espiritual del Reino de Navarra, formado por un panteón real y un monasterio que guardan joyas como un sobrecogedor paso subterráneo que finaliza en una cripta del siglo XI y una capilla del siglo XVI; una impresionante bóveda gótica que hará difícil que bajemos la cabeza, o un pórtico románico (la puerta Speciosa) adornada con elementos de la Ruta Jacobea. Observe el pórtico e intente descubrir dónde se esconde un ángel que anuncia el juicio final ó el demonio atrapando un alma. Cuando cruce el interior de la iglesia, tras una reja gótica se encuentra la tumba de los primeros reyes de Navarra, custodiada por el Cristo de Leyre, una talla a tamaño real del siglo XVI. Recréese en los detalles, porque la calma que transmite el lugar es la que debemos adoptar para visitar Leyre. No hay lugar para las prisas, hay que empaparse de todo lo que ofrece a nuestra vista, y escuchar. El sonido de los cánticos gregorianos, y las palabras de los frailes benedictinos que moran el monasterio, y que no dudan en charlar con los visitantes. Incluso puede comer con ellos, si es hombre, y ha tenido la suerte de poder ocupar una de las diez habitaciones individuales que se encuentran en el monasterio. Para los demás, hay una hospedería con 33 habitaciones en un edificio anexo.