Iglesia de San Pedro

Carmona, Sevilla

Qué ver

A las afueras de la que fue la ciudad amurallada aparece un templo que desearía competir en igualdad de condiciones con la Catedral de Sevilla. La iglesia de San Pedro, construida en el s.XV pero que no alcanzó su verdadero esplendor hasta el s. XVIII. La torre anexionada al resto del templo es la parte más sobresaliente del conjunto, su magnitud se aprecia tanto en coche como a pie, los ornamentos mudéjares y el "Giraldillo", colocado en su parte más alta, basándose en el original de la Giralda. La torre campanario de esta iglesia es uno de los puntos más altos de toda la localidad y uno de sus orgullos.

Su interior, formado por tres naves, está lleno de capillas, retablos e imágenes de gran belleza. El retablo mayor, realizado entre dos siglos y repleto de elementos decorativos dorados, tiene como protagonista a la Virgen del Carmen y en sus laterales a Santiago y San Andrés, sus guardaespaldas particulares. Las diferentes esculturas que se ven al pasear por la iglesia hacen que merezca haber entrado a ver sus tesoros, pero si hay algo por lo que merece adentrarse en este templo es por la capilla sacramental, del s. XVIII. Su portada, emulada con un arco del triunfo que muestra las figuras alegóricas que representan los valores de la caridad, esperanza y fe, invita a pasar a una de las capillas más preciosas y memorables del arte barroco de la provincia de Sevilla.