Castillo de Burgui

Burgui/Burgi, Navarra

Qué ver

Buscando las esencias de Burgui, subimos a la cima que llaman La Kukula en busca de los restos del castillo, conocedores de su papel en la historia. Sabemos que queda poco de él y, una vez arriba, es otra cosa lo que nos impresiona: las vistas, esa panorámica del pueblo que se proyecta a nuestros pies y que alcanza, más allá, el conjunto de la población pirenaica. Esa sensación de control de la situación actúa como un catalizador de nuestros sentidos, convirtiendo los ojos en unas google glass que rellenan de historia los huecos de las ruinas que nos rodean. Nos han contando que hace cinco siglos, durante la guerra de Castilla con Navarra por este reino, tomar el castillo se convirtió en una prioridad. Por eso, al recorrer el lugar, donde otros ven las sombras de unas murallas, nosotros contemplamos a sus fieros defensores, sobrecogidos ante el avance de 15.000 soldados que ascienden colina arriba. Donde se adivina una hilera de piedra que sobresale del suelo, sentimos torres llenas de hombres armados, dispuestos a defender cada palmo de La Kukula.

No hace falta imaginar el final: sabemos que el castillo se tomó y, perdida su utilidad, acabó desapareciendo del suelo para entrar en la historia. Al lado de sus ruinas hay hoy una elegante ermita, la de la Virgen del Castillo, que dicen que seguramente se levantó usando las piedras de la vieja fortaleza. Viéndola, no podemos evitar la sensación de que excavando el terreno encontraríamos más datos para ampliar nuestro relato.