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La Rambla de Barcelona

Barcelona, Barcelona

La Rambla de Barcelona podría ser un regalo que al desenvolverlo contiene sorpresas creadas por la belleza. Sin embargo, se asemeja más a un torrente de vida que fluye incesante por esta histórica vía. Como metáfora de agua, esta especie de 'río' parece nacer en la Fuente de Canaletas, prácticamente en los inicios de esta arteria tan emblemática. Canaletas, que recibe su nombre por los canales, es un lugar simbólico y de celebración para los seguidores del Barça, ya que allí se acercaban los culés para informarse sobre el resultado del partido que se escribía en una pizarra. Siguiendo el curso con intensidad llegamos al Centro de la Imagen (Centre de la Imatge) ubicado en el palacio barroco de la Virreina. Además de admirar su patio y escalinata, merece la pena dedicar un tiempo a contemplar sus exposiciones de arte, fotografía o literatura. Ahora, el agua de La Rambla disminuye su velocidad al entrar en un sitio de especial interés. El cauce lo controla la casa oriental Bruno Cuadros, que albergaba una antigua tienda de paraguas. Entre puestos de flores y arte callejero, este edificio antaño se propuso protegernos de la lluvia. En el mismo punto, en el "lecho" o pavimento hay una obra de Miró conocida como Pla de l’Os. No muy lejos, la corriente vuelve a coger velocidad al pasar por los aledaños del teatro del Liceu. Su sonido se intensifica. Estamos ante uno de los teatros de ópera más destacados de Europa. Pese a que se incendió en 1994, resurgió años más tarde gracias al esfuerzo de la burguesía catalana. Poco a poco, el agua va llegando a su destino. Pero antes, se encontrará con el museo de Cera que recrea a más de 300 personajes para, más tarde, morir en el monumento a Colón, muy próximo al mar. La Rambla es el fluir de un líquido puro. Un regalo y miles de sorpresas arquitectónicas.  

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