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El barrio de Artika

Bermeo, Bizkaia/Vizcaya

Hubo un tiempo en que estos prados, con el puerto y la isla Izaro a la vista, fueron testigos de cómo Bermeo se entregaba a una manufactura desligada del cercano mar. Al tiempo que los pescadores bermeotarras se esforzaban en el agua por ganar al Cantábrico sus riquezas, los vecinos del barrio de Artika lo hacían a tierra firme, para producir las suyas en molinos y ferrerías. Su presencia salpicaba las orillas del río Artika, y de ellas le viene el sobrenombre de Errotata. Si cada uno de los barrios de Bermeo tiene su propio sello de identidad, en este verde valle es esa industriosa herencia la que marca el carácter y tiñe de historia los caseríos tradicionales que vemos entre los altos del terreno. Representa un Bermeo distinto, sin rastro de salitre pero con un sabor igual de intenso y, sobre todo, de un regusto inequívocamente vasco.

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