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Trillo

El Tajo se hace grande

Trillo es una de las villas (título que tiene desde 1630) de la Alcarria con más atractivos artísticos y naturales. El alma de la ciudad es el río Tajo, que a su paso por el municipio deja numerosos espacios llenos de encanto. La conjunción es total. El río es vida para la población y escenario para la práctica deportiva, las actividades de ocio, el senderismo o simplemente para escuchar la cascada de El Chorrerón, cuando el río Cifuentes desemboca en él.

Ciudad para disfrutar y saborear sus rincones. El monumento estrella es el puente sobre el Tajo, una construcción de mediados del siglo XVI, que a lo largo de la historia ha tenido gran importancia estratégica. La iglesia de la Asunción, renacentista del siglo XVI, cuenta con detalles decorativos mudéjares y un retablo del mismo siglo conformado por 19 pinturas sobre tabla con escenas de la pasión. Otro edificio singular es la Casa de los Molinos, tal vez el edificio más antiguo del lugar ya que las referencias que se tienen le datan entre los siglos XIII y XIV. Las ruinas del monasterio de Santa María de Óvila (Bien de Interés Cultural), el rollo del siglo XVII, las iglesias de sus pedanías Azañón y Morillejo, el puente medieval de La Puerta o Viana de Mondejar son otros atractivos que no debe olvidar el viajero.

Las rutas por los alrededores se dividen en dos escenarios: las del río y las que llevan a las Tetas de Viana, dos montes gemelos, declarados monumento natural, con cima chata que fueron puntos estratégicos antaño y hoy son referente turístico y símbolo de la Alcarria. Tiene dos museos: el etnográfico y el Prometeion sobre el hombre y la energía.

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