Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
La ciudad del Ega
El río Ega la divide, la une y la riega. Estella es la ciudad del Ega, tan monumental que también ha sido llamada la “Toledo del Norte”. Con señas de identidad propias, nació con el camino navarro a Santiago, a medio camino entre Pamplona y Logroño. Los peregrinos saben que cuando divisan los sombríos muros de la iglesia del Santo Sepulcro es que están llegando a Estella, Lizarra en euskera. Aunque no puede visitarse, esta iglesia del siglo XI conserva una 'inquietante' portada gótica. Observen a los judíos representados en la misma que sostienen la tierra sobre sus espaldas y los mensajes y símbolos templarios. Una iglesia 'oscura' que nos habla de los orígenes medievales de la ciudad. Amurallada, con castillo, multitud de iglesias y conventos, de calles estrechas donde a duras penas se filtra la luz. Hermosa en su penumbra.
“Estella la bella”, como se la conocía en el siglo XV sigue mostrando orgullosa sus casas señoriales y palacetes que nos salen al encuentro al callejear, y que se 'codean' con casitas adornadas de macetas que dan la espalda al río. El palacio de los Eguía, la mansión señorial de los Ruiz de Alda o el palacio del Gobernador son algunos ejemplos que nos salen al encuentro en la calle de la Rua . Entre y salga por sus viejos arcos góticos que daban entrada a viejas tiendas y hospederías del camino jacobeo, y adéntrese en la calle Mayor con sus edificios jalonados de blasones. Busque el número 41, y deténgase a contemplar el precioso palacio barroco del siglo XVIII. Cruce por los puentes de San Martín y el de la Cárcel para observar el transcurrir del Ega, y pasee por la judería que recuerda el importante papel comercial que este pueblo tuvo en la ciudad, y que fue la tercera en importancia de Navarra, tras Pamplona y Tudela. Deje que el palacio de los Reyes de Navarra le muestre los tesoros que esconde y prepárese para contemplar toda la monumentalidad religiosa que Estella posee. De la iglesia de San Pedro de la Rúa, de estilo románico, destaca su portada y el claustro. Los relieves de la bella portada de San Miguel le cautivarán, como los del Santo Sepulcro, y no dudará en admirar la puerta de entrada de San Juan Bautista, y la conversión de la antigua sinagoga judía en la iglesia de Santa María.
En suma, la frase que en el siglo XI pronunciara el peregrino francés Aymeric Picaud: “"Fértil en buen pan, óptimo vino, carne y pescado, y llena de toda suerte de bendiciones", no ha envejecido a pesar de los mil años transcurridos.