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Mirando cómo el Ebro va a parar a la mar
Campos de arroz, atardeceres de película, vegetación de ribera, abundante agua azulada que forman olas fluviales… son algunos rasgos de esta villa tarraconense. Deltebre es la población más cercana a la desembocadura del río Ebro. Su puerto es el único del delta y sorprende por lo tradicional de su construcción en maderas y rocas así como por la visión de los cruceros y embarcaciones de recreo que parten en dirección al río. Porque estar tan cerca de semejante masa de agua permite pescar y realizar emocionantes excursiones en barco. De entre todos estos recorridos destaca el del Transbordador del Cava que cruza ambas orillas del Ebro como hace el futurista puente Ol Passador. Además, Deltebre está pegada al Parque Natural del Delta del Ebro, lleno de espacios húmedos y extensos y finos arenales. Para conocerlo aún mejor, la localidad ofrece un Ecomuseo y el imaginativo Ebre Terra. Otros de sus atractivos naturales son las islas de Sant Antonio y de Gràcia en medio de márgenes del Ebro y la arenosa zona de Riumar. En lo que se refiere a la parte poblada, Deltebre es un bello y pequeño espacio de aires tradicionales. En su mayoría tiene casitas bajas unifamilaires junto a calles llenas de grandes árboles. Las acequias son muy comunes así como las ramas retorcidas formando techados frente a las viviendas. Su zona más particular por la diferencia de formas y motivos ornamentales geométricos es el casco urbano, en la zona de la Cava.
Como no podía ser de otra manera, su principal alimento es el arroz. Es tan importante que tiene Denominación de Origen Delta del Ebro. Otros sabrosos platos de su gastronomía típica son los langostinos de Sant Carles de la Rápita y las codiciadas angulas del citado delta. Volviendo al tema del alimento con forma de pepita blanca, cada año se realiza la fiesta tradicional del arroz en la que se enseña cómo se cultivaba éste combinado entre jotas y un mercado artesanal. Así, todos pueden ver a las plantitas de arroz sobresaliendo entre campos como piscinas, a los campesinos con sus sombreros de paja hundidos hasta las rodillas y a sus bellos caballos. También tiene un Museo del Arroz dedicado a este producto alimententicio.