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Una joya monumental para viajar por la historia
Iglesias, monasterios, palacios, castillos, casas señoriales, conventos, murallas… Es mucho el patrimonio artístico que encontramos en Daroca, uno de los conjuntos históricos y monumentales más importantes de Aragón, en el que dejaron huella musulmanes, judíos y cristianos. Situada a orillas del río Jiloca y encajada entre dos cerros, pasear por su casco antiguo de callejas y pasadizos es como viajar por la historia.
Una muralla de cuatro kilómetros, flanqueada por torreones defensivos y cerrada por dos portones (la Puerta Alta y la Puerta Baja), rodea el conjunto fortificado en el que se suceden edificios religiosos y civiles de distintas épocas y estilos. Románico, gótico, mudéjar, barroco y conjuntos renacentistas confluyen en las calles de una localidad en la que las sorpresas surgen tras cada esquina. Lo comprobaremos al ver la monumental Colegiata de Santa María, con joyas artísticas como un órgano medieval y capillas de gran valor; al recorrer el Barrio de la Judería, al contemplar la Casa Palacio de los Luna y la Casa del Diablo o la Fuente de los 20 caños… Durante esta ruta se suceden los templos, como la Iglesia de San Miguel, con sus pinturas góticas en el ábside, o la de San Juan de la Cuesta y la de Santo Domingo de Silos. No faltan los conventos, como el de la Santísima Trinidad, el del Rosario y el de Escolapios. Tampoco escasean las ermitas: en lo alto del pueblo se encuentra la de Nazaret, excavada directamente sobre la roca.
También en la roca se perforó una de las obras de ingeniería civil europeas más destacables del siglo XVI, conocida como La Mina, que hoy se puede visitarse. Asimismo, Daroca cuenta con varios museos de gran interés, como el Museo Colegial de los Corporales, el Museo Municipal y Comarcal, el Museo Parroquial de Santa Ana y uno muy curioso (y dulce): el Museo de la Pastelería Manuel Segura. Todo este extenso patrimonio se traslada a la agenda cultural de la ciudad, que celebra numerosas y célebres fiestas como la Feria Medieval, la Festividad del Corpus (ambas declaradas de Interés Turístico de Aragón) o el Festival Internacional de Música Antigua, toda una referencia mundial. Otra forma de conocer Daroca es adentrándose por las rutas senderistas que atraviesan el entorno.