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Caldas tiene de todo
Tradición termal, riqueza paisajística originada por el río Umia y sus afluentes, un parque-jardín y carballeira centenaria declarados Bien de Interés Cultural, un sendero de casi tres kilómetros hasta la cascada de Segade, puentes romanos (tres integran su escudo) y su ubicación estratégica, en la ruta del Camino Portugués a Compostela y puerta de entrada hacia las playas de la comarca arousana… Lo tiene todo la antigua Aquis Celenis, con categoría de municipium desde tiempos de los romanos y sede de una de sus legiones, cuna del rey Alfonso VII, ya que su madre, la reina Urraca de Castilla, poseía una torre en la villa donde pasaba largas temporadas.
Desde siempre brotan de las entrañas de Caldas las aguas sulfuradas cloruro-sódicas, por su temperatura y composición minero-medicinales. Dos balnearios en el núcleo urbano, el de Acuña, colgado sobre el Umia, y el Dávila, con su exclusivo jardín de bambú. Además, la fuente pública de Las Burgas, dos caños ornamentados con cabezas de león, permite ‘tomar las aguas’.
En la orilla del Umia, carballeira y parque botánico, declarados Bien de Interés Cultural, un jardín centenario con más de cien especies de los cinco continentes, que sirve de lugar de encuentro en las fiestas patronales (San Roque) y el festival de música Cultura Quente. En la ribera del río, la zona conocida como Os Choróns, y río arriba, por un sendero acondicionado hasta la fervenza de Segade, a los pies de una antigua central hidroeléctrica (la fábrica de la luz) y con pozas aptas para el baño. Un poco más arriba, el puente romano de Segade, de un solo arco y del siglo I.
En el centro de Caldas, con varias calles peatonales, A Ponte Bermaña, puente romano de sillería, también del siglo I, sobre el río Bermaña, con un crucero del XVII en el centro; y el conjunto de palmeras en el atrio de la iglesia de Santo Tomás. En cuanto al patrimonio religioso, las iglesias de Santa María en Caldas y de Santa María de Bemil, Santo André de César y San Estevo de Saiar. Y varios pazos, Casal Novo, O Curruxal, O Bacelo o As Xilgadas.