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Una ría cosmopolita
Si hay algo que el viajero podrá comprobar en Avilés es esto: es una delicia recorrerlo. El casco histórico de la ciudad asturiana, declarado conjunto histórico-artístico-monumental, marca el punto de partida en la Plaza de España, barroca, porticada y con esos soportales tan característicos y llenos de bares. A ella se asoman el Consistorio y el Palacio de Ferrera, ahora un hotel a cuyas espaldas se extiende el parque homónimo, uno de los espacios verdes que Avilés le ofrece al visitante para pasear. Desde él también se puede admirar la Parroquia de San Nicolás de Bari, joya románica de esta villa medieval, rodeada por calles tan típicas como La Galiana y vecina de la Fuente de los Caños de San Francisco. Si desde la plaza se toma La Ferrería, esta conduce a otro templo románico, la iglesia de los Padres Franciscanos, muy cerca del Palacio de Camposagrado y su portada barroca, una de las mejores de Asturias, y ya se aproximaría el viajero al antiguo barrio marinero de Sabugo, donde destaca su iglesia.
En una primera caminata salta a la vista que Avilés no renuncia a su pasado medieval y marinero, marcado por una ría que le da carácter y permite paseos que hacen disfrutar de su puerto pesquero. Pero, al mismo tiempo, es una ciudad cosmopolita y moderna que tiene su símbolo al otro lado de la ría, cruzando por el colorido puente de San Sebastián, en el Centro Cultural Internacional proyectado por el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer. Este epicentro multidisciplinar de la cultura la ha rejuvenecido, tanto por su curioso aspecto exterior como por la variada oferta del interior, con conciertos, exposiciones y conferencias, y es capaz de convivir con el carácter y las marcadas tradiciones pesqueras, mineras y metalúrgicas de una ciudad con dos caras. Uno de esos lugares que son dignos de visitar porque reúne todas las cualidades y servicios de una gran urbe y, además, la tranquilidad y el sabor de los pueblos de toda la vida, con unas fiestas (Carnaval, Semana Santa y el Festival Intercéltico) de interés turístico regional.