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Este hotel boutique es el nuevo 'place to be' hispalense.

‘Plácido y Grata Hotel-Boutique’ (Sevilla)

El placer como forma de vida

Actualizado: 11/02/2022

La elegancia de lo simple y la belleza de lo atemporal; es lo que resulta esta antigua casa señorial de finales del siglo XIX, el nuevo place to be hispalense. 'Plácido y Grata Hotel-Boutique' es un lugar repleto de calma y colmado de rincones en los que sentirse como en casa mientras se disfruta de los pequeños placeres de la vida de Sevilla. Una noche en una de sus 15 habitaciones, un desayuno con producto de kilómetro 0, un cóctel de autor o el simple deleite en sus detalles, harán que la visita haya valido la pena.
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“Un lugar donde el tiempo no existe”, defienden en la web de este singular alojamiento-boutique en el corazón hispalense con tan solo un puñado de meses de vida, y no podemos estar más de acuerdo: solo hará falta atravesar la verja de entrada, la misma que ya daba la bienvenida a esta elegante casa señorial de estilo regionalista a finales del siglo XIX, para adentrarnos en su patio interior y sentir, notar, que el reloj se para. Es hora de entregarse al disfrute. Al simple goce de vivir con intensidad cada instante entre las paredes de este edén arquitectónico: bienvenidos a ‘Plácido y Grata’.

Plácido y Grata Sevilla
El diseño original del inmueble se ha mantenido con la reforma.

La gran culpa de que esto ocurra es de Marta Santana, una de las autoras del proyecto de rehabilitación del edificio, quien, junto a su compañera de carrera Kiran Vasnani, se puso manos a la obra hace ya cinco años decidida a darle una nueva vida. Además, Marta es también propietaria, junto a su familia, de este coqueto hotel de cuatro estrellas que ha llegado a la capital andaluza dispuesto a hacerse notar. Decidido a cambiar el rumbo de las cosas.

Habitaciones Plácido y Grata
'Plácido y Grata' se ha consagrado como uno de los destinos predilectos de quienes visitan la capital hispalense.

“Nosotros no somos de Sevilla, pero vivimos aquí desde que yo cumplí los cinco años. Es una ciudad a la que le tenemos muchísimo cariño, pero la verdad es que la veíamos muy tradicional en muchos sentidos: nos apetecía hacer un proyecto más innovador y pequeñito. Yo vivo en Barcelona y allí me topo a diario con muchos lugares de este estilo”, comienza a relatar la arquitecta, que asegura que el día que los padres fueron a ver la casa por primera vez sintieron un auténtico flechazo.

Baño Hotel Plácido Grata
Algunas de las habitaciones cuentan con bañeras independientes.

“Estaba hecha un desastre, se salvaba únicamente la fachada, todo lo demás eran ruinas, pero les conquistó. Había muchísima vegetación en el patio, una higuera se había comido todo el edificio y esa imagen se nos quedó grabada. Por eso quisimos darle importancia a ese tema y contratamos a Marta Puig, una de las mejores paisajistas en Sevilla”, continúa la joven.

Plácido y Grata
La decoración vegetal es una constante en el 'hotel-boutique'.

Habla Marta impregnando cada palabra de una ilusión casi tangible. La misma que le ayudó a poner en marcha, reconoce, el que ha sido uno de los trabajos más complicados y bonitos de su carrera. Cuando por fin pudo hacer realidad el sueño de crear su propio espacio no le tembló el pulso. Moldeó un lugar en el que recibir a gente de todos los rincones del mundo, pero en el que también hubiera espacio para encuentros entre locales y foráneos. Puso en práctica sus estudios de arquitectura para los que, años antes, se había despedido de su Sevilla adoptiva y marchado a Canarias. Allí se licenció.

Patio Plácido Grata Sevilla
El patio interior resulta un lugar perfecto para planificar la visita hispalense.

El diseño como forma de vida

Sin embargo, no son la historia del lugar y la apuesta por mantener su esencia lo único que destaca de ‘Plácido y Grata’: también lo hace el diseño de sus espacios, desde sus 15 habitaciones -todas ellas diferentes unas de otras-, a sus salas comunes, su patio interior repleto de columnas y el mobiliario, de inspiración nórdica. El minimalismo se hace notar en las líneas rectas y desprovistas de excesos. Es lo simple lo que impera aquí.

Azotea Plácido y Grata
La azotea permite a los huéspedes relajarse tras un día de turismo.

De todo ello se encargó, una vez más, Marta, en esta ocasión acompañada de Carlota, su socia en Your Living Space Atelier, el estudio-tienda de mobiliario y diseño que regentan en Barcelona desde hace tres años. “Antes era solo estudio, nuestro lugar de trabajo, pero durante el confinamiento lo convertimos también en tienda online. Las dos habíamos trabajado antes en negocios de mobiliario y teníamos mucho conocimiento en el tema”, comenta.

Manta Ferm Living
El mobiliario de las habitaciones y las salas comunes es de inspiración nórdica.

Para dar forma a cada pequeño rincón, buscaron la inspiración “en los 50.000 viajes que hemos hecho a Dinamarca. Conocíamos diferentes proyectos que también nos gustaban, como ‘Casa Bonay’, en Barcelona, o ‘Casa Mae’, en Portugal. Son sitios donde vamos muchísimo”. Entre las marcas escogidas para colmar de vida los espacios, nombres como Andtradition, DCW, Ferm Living o Skaregak. También lámparas francesas de los años 50 y diseños de Le Corbusier. En definitiva, un derroche de estilo marcado por el buen gusto y la funcionalidad.

Fachada Plácido y Grata
La fachada guarda el estilo decimonónico del edificio.

Cada espacio expresa autenticidad

“Cada habitación tiene su forma y su mobiliario. Es parecido, pero distinto”, continúa narrando Marta. “La primera crujía del edificio -el espacio arquitectónico comprendido entre dos muros de carga- estaba protegida y en todas las habitaciones que daban a la fachada teníamos que conservar las vigas originales. Pero, al mismo tiempo, había que meter climatización, iluminación… fue todo un reto”.

Plácido y Grata amenites
Cada elemento está pensado para amenizar la estancia a quienes se alojan en el hotel.

Uno más de los tantos a los que lograron encontrar solución y que hacen que hoy traspasar la puerta de cualquiera de esas habitaciones, repartidas por las tres plantas del edificio, suponga una invitación a sentirlas como el propio hogar. En algunas de ellas las bañeras independientes cautivan y tientan a la desconexión más absoluta. En otras, los balcones a la calle ofrecen la comunión más especial con la ciudad. En todas, amenities de Meraki otorgan el lujo de mimarse, incluso estando fuera de casa.

En la azotea, un pequeño espacio de intimidad para los huéspedes, una fuente rodeada de apacibles hamacas en las que relajarse, ya sea leyendo o escuchando el sonido de la urbe. En la planta baja, junto a las escaleras de mármol originales -la estructura del edificio se ha mantenido al completo-, un patio cubierto dominado por columnas y arcadas; y otro exterior en el que el agua, una vez más, es la protagonista. Aunque a veces -y entonces todo se vuelve mágico- la música también se apodera del lugar.

Mobiliario Plácido y Grata
El minimalismo y la delicadeza es la norma del mobiliario.

Desayunar con el mimo de casa

Al despertar, los huéspedes de ‘Plácido y Grata’ descubren un motivo más por el que hospedarse en este rinconcito sevillano es especial: el aroma a bizcocho recién hecho será el que les guíe hasta el salón de desayunos. Un lugar amplio, acogedor, donde la cocina abierta ofrece ser partícipe de la vorágine matutina. “Queríamos que fuera una cocina doméstica. Que cuando los huéspedes bajaran a desayunar no se encontraran con el buffet típico, sino que fuera algo muy del momento. Intentar prepararles el desayuno con mimo, como se lo harían ellos en casa”, afirma Marta.

Desayuno Plácido y Grata
Los desayunos imprimen una confortable sensación hogareña desde primera hora.

Sobre la mesa, estilosas tazas de Ferm. En las estanterías, coffee-table books de diseño y arquitectura. “La idea es hacer cursos de cocina aquí, invitar a diferentes cocineros y hacer talleres a los que se pueda apuntar todo el mundo”, añade. También hay planificadas clases de yoga, talleres florales… y lo que se tercie. Es cuestión de inventar.

Libros Plácido y Grata
Las estanterías guardan algunos libros sobre diseño y arquitectura.

Sin embargo, no solo los huéspedes de ‘Plácido y Grata’ tienen la suerte de poder arrancar el día en estas condiciones: otro de los espacios que hacen único el hotel es su cafetería, que ocupa parte de la planta baja del edificio y está abierta al público hasta la tarde. “Mi sueño siempre había sido tener una cafetería bonita con café rico y buen pan. Una de mis cosas favoritas en la vida es ir a desayunar fuera”.

Pan Plácido y Grata Sevilla
Nada mejor que empezar el día con una rebana de buen pan.

Panes de ‘Pablo Conesa’, dulces caseros recién horneados, tortitas, zumos naturales… y café de Nomad Coffee elaborado con mucho cariño por José, el barista de la casa. “Los proveedores del hotel son todos amigos. Pablo Conesa es íntimo de la familia y a Juanma, de ‘Orangerie’, que nos surte de flores cada semana, ya lo conocía anteriormente. Para nuestro personal intentamos contratar a gente joven, aunque el único requisito es que tengan mucha ilusión y ganas. Hemos recibido muy buenas críticas por ello”, apunta Marta.

Equipo Plácido y Grata
El equipo de 'Plácido y Grata' es joven y con ilusión.

Un cóctel a medida del hotel

Y para el momento en el que cae la tarde, o sencillamente para la sobremesa, ‘Plácido y Grata’ se guarda otro as en la manga: su coctelería. Y no importa si es verano o invierno, primavera u otoño, porque de rincones bonitos en los que sentarse a, simplemente, ver la vida pasar, va sobrado este proyecto. Podremos escoger el pequeño salón anexo al patio exterior y ver cómo nos preparan el cóctel elegido en directo, o encontrar nuestro hueco fuera, en el oasis que simboliza el patio al amparo de una celosía de ladrillo que, abrazada por una enredadera, es una auténtica obra de arte ideada por Marta Puig.

Tienda Plácido y Grata
En la tienda de 'Plácido y Grata' se pueden adquirir tanto los productos como el mobiliario del hotel.

Tras la carta, el talento de José Claro, bartender profesional con acento sevillano y diversos galardones a sus espaldas. Él mismo ha instruido a los camareros del hotel para que repliquen sabrosas propuestas como el PX Expresso Martini, el Basel Mule, o el que firma la casa: De Plácida y Gratas Maneras, en el que se combinan Jack Daniels, Cointreau, sirope de canela, crema de Limoncello y zumo de piña. Toda una experiencia para el paladar.

De Plácida y Gratas Maneras
La sobremesa es el momento ideal para probar un 'De Plácida y Gratas Maneras'.

Frente al edificio del hotel, otra sorpresa: el local de una antigua papelería se ha transformado también en parte de este hermoso proyecto y hoy acoge la tienda de ‘Plácido y Grata’. Un lugar repleto de carisma en el que degustar y comprar todos los productos gastronómicos que se sirven en el hotel. Aceites, cafés, vinos o conservas presentadas con el mayor estilo -¿qué esperábamos?- por el cocinero Nacho Sarasa. Una carta con seis primeros, seis segundos y cuatro postres, todo de quinta gama, y una repisa repleta de -qué alegría- muchos de los elementos de diseño dispuestos en el hotel. ¿Qué mejor final a la estancia que la oportunidad de extender la experiencia también a casa?

‘PLÁCIDO Y GRATA HOTEL-BOUTIQUE’ - Monsalves, 4. Sevilla. Tel. 955 44 30 30.

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