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El pintor bielorruso Marc Chagall definió a Tossa de Mar como “el paraíso azul”. Y por las playas de esta villa marinera paseó su belleza Ava Gardner en Pandora y el holandés errante. Y aunque es cierto que los holandeses Sophia Maria Hanssen y Caspar Zoetmulder admiran más los cuadros de su compatriota Peter Donkersloot y las películas de la italiana Sophia Loren, también ellos sucumbieron a los encantos de Tossa.
Ambos amigos son los propietarios del hotel boutique ‘Casa Granados’, un pequeño hotel de ocho habitaciones con bastante encanto y gusto en la decoración, ubicado en el casco antiguo de este turístico rincón del Mediterráneo. Sophia y Caspar llevaban años veranearon, como muchos neerlandeses, por la Costa Brava. En 2019 se animaron a montar un hotel, que abrió sus puertas cuatro años después. “Buscando algo para comprar descubrieron que en Tossa de Mar aún quedan tesoros por descubrir”, según recuerda Andrea Havirova, directora del hotel y pareja de Caspar.
La propiedad, con casi 200 años de antigüedad, estaba en muy mal estado de conservación. De hecho, solo pudieron mantener la fachada exterior, la estructura de las paredes, los arcos del interior y la puerta principal de madera. El resto tuvieron que hacerlo nuevo, apostando por una decoración y mobiliario “de estilo holandés, donde se combina lo rústico con lo moderno”. Priman la madera y la forja, con tonos grises, crema, y verdes y azules pastel, tanto en los espacios comunes como en las ocho habitaciones. En muchos rincones del alojamiento, desde el hall a la zona de lectura, la cafetería o el restaurante los huéspedes se encontrarán con la belleza de la actriz italiana Sophia Loren, cuyo rostro fue inspiración para la obra del artista holandés Peter Donkersloot, que también firma algunas obras en el interior de los dormitorios.
El hotel guarda también la memoria de una época dorada para Tossa de Mar. La antigua vivienda era propiedad de la familia del célebre compositor y pianista Enrique Granados, considerado por muchos como uno de los protagonistas del Renacimiento musical español de principios del siglo XX, junto a figuras como Manuel de Falla o Isaac Albéniz. “La casa tenía fama de lugar de reunión de escritores catalanes, pintores y músicos. Venían aquí para disfrutar del bonito pueblo de pescadores y de la hospitalidad del doctor Carreras y su mujer, Natalia Granados, hija del compositor, y cuyos platos tenían fama en toda la Costa Brava”, explican los propietarios.
Otro de los tesoros que encierra el hotel ‘Casa Granados’ es su espectacular jardín interior, diseñado por Adam Martí (de la empresa gerundense Italy Interiors). De 1.500 metros cuatros de césped natural y distintos ambientes, aprovechando la suave colina sobre la que se asienta, cuenta con arreglos florales y una amplia selección botánica que rodean la piscina de agua salada. En este espacio los clientes pueden relajarse y desconectar en las tumbonas de diseño exclusivo, en la sauna seca y la zona de masajes, o bien vivir un momento romántico en el jacuzzi.
Dos años después de la apertura del hotel, los propietarios se animaron por darle un valor gastronómico. Situado en los antiguos patios de la casa, se ubica el restaurante ‘Can Sophia’. El comedor, donde también se sirven los desayunos para los clientes que se alojan aquí, es un espacio diseñado en cristal y hierro forjado, “que consigue trasladarnos a las antiguas cristaleras típicas de los años treinta del siglo XX del Jardín de las Tullerías de París”, según lo describe Caspar, un apasionado de la lectura y la escritura. En las noches de verano -cada vez más extenso, robando semanas al otoño- la terraza descubierta es el lugar más agradable para cenar.
Los fogones de este restaurante, que en los últimos años está cogiendo renombre en Tossa, es el extremeño Vicente Batuecas, que con 18 años cogió la mochila y se vino a la Costa Brava a aprender hostelería. “Mi escuela han sido las cocinas por las que me ha tocado pasar como ayudante o segundo”, admite. Desde hace cuatro años es él quien marca el paso en ‘Can Sophia’. “Una de mis apuestas es trabajar con el recetario tradicional de la zona, dándole cierta personalidad a los platos”, como ocurre con el trinxat de la Cerdanya, a base de patata y col hervidas, al que añade panceta ibérica glaseada, salsa okonomiyaki y mayonesa japonesa; o el canelón cim i tomba, relleno con un guiso de pescado de lonja, gratinado de emulsión de ajo al estilo alioli, patata y crema de azafrán -similar al bullit de peix de Ibiza-, “que es un plato que elaboraban los pescadores en la barca y que lleva el sobrenombre de cim i tomba por el vaivén de la embarcación al faenar”, detalla el cocinero.
A Vicente le gusta trabajar con productos y productores de la zona para una carta que completa con tres menús de temporada -primavera, verano y otoño-. No pueden faltar la gamba roja de Palamós, los pescados de la lonja de Blanes que le trae Xabi, de ‘Peixateria Salvador’ -“la pescadería de toda la vida de Tossa”-, las frutas y verduras de ‘Vidal Treserras’, las pulardas de Barcelona o las anchoas de L’Escala.
De la bodega se encargan Andrea y Dodi, el camarero apasionado de los vinos, que adelanta que para la próxima temporada está prevista una importante ampliación de referencias. Están presentes vinos de las principales DO de Cataluña en blancos, tintos y espumosos (Empordá, Alella, Penedés, Priorat o Terra Alta), para darlos a conocer entre una clientela “mayoritariamente nacional”.
HOTEL ‘CASA GRANADOS’ - Carrer de la Roqueta, 10-12. Tossa de Mar (Girona). Tel. 972 343 536. Cierra desde principios de noviembre hasta Semana Santa.