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En el hall principal, una pareja de extranjeros se entretiene contemplando un pañuelo con motivos de Pablo Picasso mientras espera a ser atendida. En ese momento, dos chicos, con mochila de diseño al hombro, pasan su acreditación de socios por el control y encaminan sus cuerpos esculpidos por Apolo hacia la primera planta a darle duro al entrenamiento. En el verano de 2018, el grupo británico Soho House eligió este edificio de la plaça del Duc de Medinaceli, en el barrio Gótico, para abrir su primer club social en España, que cuenta además con 56 habitaciones para socios y clientes externos. "Nos gusta definirnos como un club privado con habitaciones, donde las personas se sientan como en casa. Nuestros huéspedes tienen que aceptar algunas reglas que todo club tiene", asegura Andrés Aznar, head of membership de 'Soho House Barcelona'.
Del edificio antiguo se conservan aún los techos de bóveda catalana, con ladrillo plano a la vista, los balcones Julieta con forja y el patio interior, con las contraventanas de lamas estilo mallorquina que van haciendo su juego de luces con el transcurrir del día. "En cada 'House' que hay repartido por el mundo –en la actualidad son 28– tratamos de incorporar elementos arquitectónicos y de diseño identitarios de la ciudad en la que se ubica. Y aunque esto les confiere cierta personalidad, el objetivo que buscamos es que cuando un socio entra en cualquier 'House' sienta ese ambiente familiar, donde relajarse, socializar, hacer deporte, conectar con otros ámbitos creativos o divertirse. Queremos ser su casa cuando están fuera de la suya", añade Aznar.
Con 'House' repartidos por Europa, Estados Unidos, Canadá y Asia, en el de la Ciudad Condal los huéspedes también pueden disfrutar de sus salones e instalaciones los huéspedes. Repartidas en tres plantas y disponibles en diferentes tamaños, la mayoría de las 56 habitaciones tiene vistas a la marina del Port Vell o la plaça del Duc de Medinaceli, muy concurridas durante todo el año por los turistas. "Combinan un estilo moderno pero a la vez acogedor", como las define Manolo Méndez, uno de los membership managers y que tiene registrado cada rincón de este espacio para que cada cosa esté en su sitio. Cabeceros de forja o tapizados, colores cálidos y telas estampadas en cortinas y tapicería en cada estancia. Las más grandes, incluyendo la suite, cuentan con un espacioso salón muy luminoso con vistas al paseo marítimo de Colón.
Uno de los atractivos de las habitaciones es el completo minibar con el que están equipadas y que permitirá al huésped más avezado en el mundo de la mixología demostrar sus dotes. Y siguiendo en esa filosofía de dar a conocer lo local, la mayoría de los snacks disponibles son del entorno, como los chocolates Bubó (Sant Boi de Llobregat), las patatas y chips Torres (Montmeló), los bombones de almendra marcona Albons (Igualada) o los espumosos Corpinnat que elabora la familia Torelló con uvas de unos viñedos del que son propietarios desde hace 600 años en el Alt Penedès.
Son precisamente las habitaciones uno de los pocos espacios en los que se puede hacer un uso libre del teléfono móvil. Como todo club, aquí también hay algunas reglas: la principal, que es la que da origen al proyecto puesto en marcha en 1995 por Nick Jones en Londres, es que 'Soho House' está pensado como un segundo hogar para profesionales de las industrias creativas y de comunicación. "Buscamos crear comunidad, conexiones de interés, de estilo de vida y de oportunidades entre aquellos socios con inquietudes similares", aclara Aznar.
Los socios deben cumplir a rajatabla, también los huéspedes, un dress code en el que están prohibidas las corbatas, la ropa corporativa y los trajes. Parecen fáciles de cumplir si las comparamos con la tercera de las normas que rigen en casi todo el club: nada de teléfonos móviles. Solo es posible hacer uso de ellos en un pequeño espacio de trabajo en la zona del Club, ubicado en la quinta planta, junto a un fotomatón que hace las delicias de los miembros.
El Club es un espacio para reunirse, trabajar, comer, beber y relajarse. Abierto durante todo el día y la noche, aquí se sirven desayunos, almuerzos y cenas, además de los muy solicitados cócteles que preparan unos bartenders sacados de catálogo. Tanto en la carta del 'House Kitchen' como de la coctelería están presentes los bautizados como house regular, una serie de platos y combinados que siguen la misma receta de elaboración en cualquier rincón del mundo, "para esos miembros, más melancólicos de sabores, que quieren encontrárselos aunque estén a miles de kilómetros de su casa".
Lo de no poder sacar el teléfono para hacer fotos en el Club se convierte en un verdadero ejercicio de contención. Cada rincón haría las delicias del instagrammer más adicto a los likes. Para la decoración, obra del propio Nick Jones y de su director de diseño para Europa, James Waterworth, se han inspirado en el estilo clásico catalán, con influencias de la arquitectura gótica, techos abovedados de doble altura y un mobiliario donde se combinan piezas europeas de mediados del siglo XX, antigüedades locales y diseños a medida, donde prima la pátina vintage, confeccionados por 'Soho Home' –la tienda donde se pueden adquirir algunas de estas piezas–.
Muchas de las salas albergan obras cedidas por socios y artistas locales, como el mural que ilustra la escalera interior, creación de Blanca Miró; y también adquisiciones de reconocidos tótem del arte, como los pañuelos de Picasso, un Richard Hamilton o la tira de cómic de Roy Lichtenstein que luce escondido en una de sus paredes. En uno de sus salones, la Marina Room, de tonos azules que lo fusiona con el Mediterráneo, se celebran numerosos eventos al mes sobre distintas temáticas: gastronomía, arte, diseño, moda, cine o música.
Cerca de esta sala hay uno de los accesos a la azotea, uno de los rincones más concurridos en estos meses de calor. Dispone de piscina climatizada con tumbonas, un bar y un lounge en el que se ofrecen comidas y cócteles y, cada domingo, el Sunday Roast, un asado muy campestre que huéspedes y socios disfrutan con las vistas al puerto, el concurrido paseo de Colón y, en la trasera, la cúpula policromada de la basílica de la Mercé.
Además del restaurante del Club, 'Soho House Barcelona' dispone también de otro, a pie de calle, al que puede acceder cualquier cliente. El 'Cecconi's' está abierto todos los días y en él se sirve una carta típica de la cocina italiana. "Este restaurante se unió a 'Soho House' hace más de 15 años y lo encuentras en diferentes ciudades repartidas por los tres continentes", señala Aznar. En la espectacular barra de azulejos se exhiben pizzas recién salidas de los hornos de leña, burratas, todo tipo de pastas y ensaladas, ostras, pastelería francesa... y los domingos se organiza el Sunday Feast, que se está haciendo un hueco interesante entre los barceloneses a la hora del brunch.
También es de acceso libre el spa, ubicado en el vestíbulo inferior, con cuatro salas de tratamiento, sauna, piscina climatizada y una zona de pedicura y manicura en un espacio cuyo diseño está inspirado en una farmacia tradicional de la década de los años 30 del siglo pasado. 'Soho House' cuenta con una línea de productos cosméticos propia, 'Cowshed', orgánicos y ecológicos, que producen en Inglaterra y que conforman el nutrido kit de amenities disponible en los baños de las habitaciones del hotel.
El club se completa con un equipado gimnasio, de suelos hidráulicos, sacos de boxeo y guantes antiguos y varias litografías de los Juegos Olímpicos 92, que encumbraron a la Ciudad Condal. Y una espectacular sala de cine con capacidad para 36 espectadores, con butacas y reposapiés tapizados en terciopelo, donde se realizan proyecciones todos los días se estrenan algunas premiers. Además, antes o después del pase, se puede uno tomar una copa en el Green Room, el speakeasy contiguo, de ambientación londinense y que ha sido escenario de rodaje de alguna serie y sesiones fotográficas. Pero aquí tampoco podrás disparar la cámara de tu teléfono para presumir en Instagram.
'SOHO HOUSE BARCELONA' - Plaça del Duc de Medinaceli, 4. Barcelona. Tel. 932 20 46 00.