Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Añadir evento al calendario
Icónica receta del sur de la península, con especial protagonismo para la variante de Málaga, el ajoblanco forma parte de la historia gastronómica de España y ya en 1929 formaba parte del recetario escrito por Dionisio Pérez, también conocido como Post-Thebussem, Guía del buen comer español.
Su elaboración es sencilla y apenas se tarda unos minutos en elaborar esta sopa fría. Para esta receta para cuatro comensales, es necesario triturar 100 gramos de almendras peladas -marconas, si es posible- con 2-3 dientes de ajo y una pizca de sal. Tras el primer triturado, hay que añadir 60 gramos de pan remojado hasta conseguir una pasta uniforme.
Ya con esta base, solo queda verter aceite poco a poco (60 mililitros) sin dejar de remover el conjunto. Una vez se ha integrado la grasa, añadir una cucharada de vinagre de Jerez y, del mismo modo que se hizo con el aceite, verter 1 litro de agua fría hasta conseguir la consistencia adecuada. Ya solo queda rectificar de sal, añadir unas cuantas uvas al ajoblanco y dejar enfriar hasta el momento de servir.
Aquí va una suerte de receta de ensalada 2x1. El motivo no es otro que la base de la pipirrana, ilustre receta veraniega de origen jienense, que se mantiene para la enlazada shirazi, aunque esta última lleva un aliño distinto.
En el caso de la elaboración patria, si se prepara una pipirrana para cuatro personas es necesario picar en cubos de alrededor de medio centímetro 3 pimientos verdes italianos, 1 cebolla roja, 2-3 pepinos pelados y 6-8 tomates de pera sin las semillas. Una vez se han picado todos los ingredientes, hay que combinarlos en un cuenco hondo al que se añade un buen chorreón de aceite, otro más comedido de vinagre y sal al gusto. Ya solo queda dejar enfriar la pipirrana para aliviar los calores del mediodía.
En el caso de la ensalada shirazi, hay que partir de los mismos ingredientes integrados y el chorreón de aceite, aunque cambiando el aderezo por zumo de limón, pimienta molida y 2 cucharaditas de zumaque.
Este sándwich frío admite diferentes variantes en sus ingredientes, aunque los que aquí se proponen garantizan un sabroso resultado final. Para empezar, cortar dos lonchas de pan de centeno -o tostar dos rebanadas si se emplea un pan menos consistente- y repartir 50 gramos de queso de cabra sobre la base -también se puede elegir queso fresco, manchego o, incluso, de untar tipo brie o un camembert.
Llega el momento de incorporar la carne. Aquí se puede innovar: desde 80 gramos de cecina de León, unas lonchas de braseola italiana o el sobrante de un asado de carne. Solo queda coronar el interior del sándwich con un poco de ensalada bien aliñada y tapar con la otra rebanada de pan de centeno.
Esta es una ensalada especialmente crunchy por sus ingredientes vegetales, un carácter que va que ni pintado con la textura del salmón ahumado, además de tener reminiscencias a la cocina asiática. En primer lugar, hay que lavar muy bien los 3 pepinos a utilizar y quitar todos los puntitos con un cepillo, ya que se degustarán con la piel en la ensalada. Una vez están bien limpios, sin pepitas y cortados a lo largo, hay que cortar en juliana antes de dejarlos macerar en frío con un poco de sal gorda.
Llega el momento de cortar en juliana la cebolleta, el hinojo y el daikon -sustituible por un nabo- y mezclar todos los ingredientes en un bol con un chorrito de zumo de limón y eneldo. Como aderezo, hay que preparar una mayonesa especiada con pimienta, wasabi, vodka, mostaza y más zumo de limón. Estos ingredientes también tienen que reposar en frío para conseguir que los sabores se amalgamen y la salsa espese. Tras la espera, llega el momento de cortar el salmón ahumado en lonchas finas y combinar el pescado con todos los vegetales y la salsa.
Quieres un homenaje gastronómico de buen producto, pero no te apetece cocinar. No te preocupes. Abre una lata y dale un capricho al paladar. Esta receta apenas te tomará unos minutos y está deliciosa. Solo tienes que lavar unas endivias, elegir las más bonitas y poner una gota de mayonesa especiada con polvo de curry para que las espinacas queden fijadas.
Con esta base vegetal, solo queda colocar un mejillón -o dos, si son pequeños- en cada endivia y cubrir con más mayonesa especiada. La sorprendente combinación de sabores en boca te hará repetir esta receta cada pocas semanas para sorprender a tus invitados.
Las legumbres son también para el verano, un producto delicioso que nos permite preparar rápidas recetas si utilizamos botes de garbanzos, alubias o lentejas en conserva. Eso sí, para la época estival, olvídate de la cuchara y apuesta por las ensaladas, ideales para llevar a la oficina o salir de picnic con ellas en un tuper.
En esta ocasión te proponemos una ensalada de garbanzos con cherrys y pulpo (ya cocido). La prepararás en un abrir y cerrar de ojos con un aliño de comino, vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra y perejil. Pruébala, se convertirá en tu ensalada favorita del verano.