Recetas fáciles para la cena de Nochebuena
20 recetas fáciles para lucirte en Navidad
Dificultad
Fácil
Dificultad
Fácil
El único secreto para que este plato quede bien es equilibrar el dulzor del bizcocho con la acidez subida y el picor de la salsa, con lo que se evita que resulte soso y sin garra. A todos los ingredientes de la ensalada les va muy bien la acidez y el mordiente de la mostaza. Porque, además, terminan un poco 'curados', lo que permite dejar el plato acabado 1 o 2 horas antes de servirlo. Consulta aquí toda la receta.
La lombarda es una de las verduras clásicas de las comidas de Navidad, junto al cardo. Es la temporada en la que están en su mejor momento. Este preparado con vino tinto es una forma de respetar la tradición pero añadiendo un pequeño cambio que se convierte en grande al presentar la lombarda. Su color será de un rojo intenso y no de un morado desvaído. El trueque se percibe aún más al probarla. Exquisita. Consulta aquí toda la receta
Una ensalada fácil, rica y de lo más saludable que puede servir como guarnición a un plato principal. Basta tener un poco de escarola y granos de granada para conseguir un plato 10. Consulta aquí toda la receta.
Los amantes del marisco y las especias disfrutarán a lo grande con un plato como este. Los langostinos y las gambas casan a la perfección con el zumaque, que les aporta ese toque ácido y un color sorprendente. Consulta toda la receta aquí.
Hay bastantes ingredientes de los que podemos encontrar en el mercado que, una vez cocinados, ofrecen presentaciones espectaculares, apetecibles y suntuosas y que, sin embargo, no cuestan un ojo de la cara. Es el caso de la chirivía, un producto con el que podemos preparar una original (y económica) crema. Consulta toda la receta aquí.
El cocktail de cangrejo es una de las recetas más fáciles y más clásicas para Nochebuena, quizás una de las más vintage. La sencillez a la hora de elaborarla junto con la diversidad de ingredientes que podemos utilizar, hace que sea uno de los entrantes estrella de estas fiestas. Puedes hacerla con cangrejo, gambas o langostinos. Y el aguacate siempre da un punch de color y sabor a la receta. Consulta cómo hacerla paso a paso aquí.
La ensalada de repollo con granada es clásica de tiempo navideño y año nuevo en la región del valle de Alcudia ciudarrealeño. Allí, en la noche de Reyes, se introduce un haba seca en el fondo de la ensaladera. El que la encuentre en su plato será el "rey de la noche". La naranja es de cosecha, porque esta fruta se integra muchas veces en ensaladas en áreas vecinas andaluzas. Le da un toque agridulce delicioso y un contraste de colores muy bonito. Este es uno de los platos que facilitan la tarea al cocinero ya que se puede preparar con varias horas de antelación. Consulta la receta completa aquí.
El cacao o el chocolate formaron parte desde la antigüedad de la historia americana de las salsas para aves de las cocinas indígenas de Mesoamérica. En el fondo es el origen del mole, que no es más que la combinación de ingredientes y especias americanas y europeas en una salsa de cacao de la cultura culinaria americana. A España llegó el chocolate para adaptarse a los platos de codornices, perdices, conejos y hasta vaca con chocolate. Este ejemplo no es tan cargado de especias y sabores como un mole, pero conserva esa mezcla de salado y dulce, ese aroma intenso a chocolate tan típica del mismo sobre un fondo un poco picante y especiado. Consulta aquí toda la receta.
Cuando se quiere servir pavo en la mesa de Navidad pero a su alrededor no se van a sentar 10 o 12 personas, esta es una opción inmejorable. Este asado adobado es perfecto para una cena de Navidad. Se puede hacer lo mismo, incluido el relleno, con un pollo de campo entero de más de 2 kilos y queda también estupendo para unas 6 personas. Hasta se puede deshuesar y volver a reconstruirlo ya relleno. Este plato se puede servir con puré de castaña, además de la ensalada. Consulta aquí toda la receta.
Este pastel de salmón, ligero de grasa y con matices ácidos, es un plato de pescado con una gracia especial para la cena de Nochebuena y Fin de Año. Aunque se recomienda servirlo a temperatura ambiente, por la acidez de la salsa de mostaza y de las alcaparras que integra en su interior el pastel, también se puede servir templado sin que pierda nada de su suculencia si conviene más dentro del conjunto de platos, pero no caliente, recién elaborado. Consulta toda la receta aquí.
Para esta receta se puede asar un pollo grande y servirlo en piezas, pero no es nada cómodo tener que preguntar quién prefiere muslo o quién pechuga, puesto que nunca hay tantas pechugas como aspirantes a las mismas y lo mismo pasa con los muslos. ¿A que es cierto? Lo mejor será entonces recurrir a los pollitos, los coquelets o los picantones de pintada, que son para dos. Cada comensal dará buena cuenta de su medio pollo. Además, tendrán una sorpresa añadida: están rellenos de cuscús, lo que no es muy novedoso, pero sí muy rico. Descubre toda la receta aquí.
Otra receta con pavo muy original y fácil de hacer para estas fiestas es la pechuga de pavo con curri y coco. Mi criterio es que conviene para este plato un curri bastante picante. Eso va en gustos, es cierto. Si del que se dispone no es muy "vivo" en esta sensación deliciosa, siempre se puede añadir alguna que otra cayena molida. Hay que tener en cuenta que los lácteos, en este caso la nata, amortiguan las sensaciones picantes de las guindillas en la boca. Descubre toda la receta aquí.
Para esta receta recurrimos al solomillo de cerdo –ibérico sería magnífico— que rellenaremos de ciruelas y jamón. Una receta sencilla de hacer, muy vistosa y rica rica. Consulta la receta completa aquí.
Este plato se encuentra como acompañamiento para otros platos en el Libro IV de Apicio, subtitulado Toda clase de platos. El nombre de pátina se debe a que se cuajaba en una fuente un poco plana, una costumbre que les chiflaba a los romanos, para que el batido de huevos, vino y miel quedara como eso, como un 'revestimiento' de las frutas que había debajo –en otros casos eran verduras, filetes de lenguados o diversidad de alimentos–. Ya practicaban la técnica del 'tesoro escondido' bajo la capa cuajada de huevos o bajo una salsa, que ha llegado hasta nuestros días. Consulta aquí toda la receta.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX estuvo muy de moda dar a las tartas más requeridas de los salones de París el nombre de las óperas que más público y éxito tuvieran en ese momento: La dama blanca, Don Juan, El oro del Rin... Aún hoy se estila la tarta Ópera en alguna que otra pastelería de calidad y no es más que una reminiscencia de aquellas denominaciones rimbombantes. Consulta aquí toda la receta.
Estos helados persas son en realidad, como fueron los primeros del mundo, herederos del helado mantecado clásico español. Una crema de yemas y leche entera o nata perfumada con el aroma elegido y que se cocinaba con salep, el almidón resinoso de las raíces del satirión, una orquídea silvestre de Eurasia y Europa, y una pequeña porción de almáciga, la resina del lentisco. Ambos ingredientes dan a los helados de Irán esa textura chiclosa característica. Consulta toda la receta aquí.
Fue la tarta helada preferida de los postres veraniegos en terrazas y chiringuitos que muchos tendrán todavía en su mente, pero hoy está más bien desterrada. Si se hace bien puede ser un postre delicioso, refinado y no es de factura demasiado complicada. Consulta cómo hacerla paso a paso aquí.
El chocolate soporta cualquier aroma o textura sin perder ni un ápice de los suyos propios, que siempre resaltarán junto a los otros. Nos ponemos manos a la obra, preparando trufas de chocolate para una noche muy especial. Tienen la ventaja de que se pueden elaborar con unos días de antelación y de que se pueden conservar congeladas en envases herméticos dos o tres semanas. Además, siempre serán únicas, exclusivas. Consulta aquí cómo hacer la receta paso a paso.
El hecho de que alguien de la familia sea celiaco no debería ser un calvario a la hora de hacer un menú para la cena de Nochebuena que sea variado en casa. Hay otras alternativas a la harina de trigo, como la de garbanzos o almendras, fáciles de elaborar y aptas para intolerantes al gluten. Su uso en la cocina da unos resultados deliciosos. He aquí la prueba.
La crema de mandarina es un postre que se puede servir en pasteles individuales, enmoldándolo en aros de montaje o en moldes de flan o cualquier otro que se tenga, semiesferas, de rosca individuales, de metal o silicona. Si se hace en aros de montaje, el bizcocho se coloca en el fondo. Si se prepara en moldes de flan u otro molde, el bizcocho se coloca encima, pues luego hay que volcarlo en los platos o fuente de servicio. ¿Te animas a preparlarlo? Todo lo que necesitas está aquí.