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Recorremos Valencia (sin salir del casco urbano) en busca de cinco panorámicas singulares, empezando por la última en llegar a la capital del Turia, la del Palau Alameda. Aquí nuestra particular selección de las azoteas de ocio de una ciudad con espléndidas vistas.
El 'Palau Alameda' era uno de esos lugares vetustos y tradicionales donde la burguesía valenciana celebraba sus bodas, comuniones y ceremonias. Un edificio racionalista de 1950, con la mítica Piscina de València como emblema. Pero había quedado en desuso y llevaba camino de convertirse en arqueología urbana. Hace dos meses todo cambió: se destapó de nuevo (los nuevos responsables son los mismos que los de 'Florida Retiro', en Madrid), dando paso a un lugar luminoso, mediterráneo, vanguardista y acogedor al tiempo.
Pero lo que sin duda es su seña de identidad es el 'Àtic Alameda', una terraza esplendorosa con vistas al jardín del Turia, al paseo de la Alameda en toda su extensión, decorada con mimo por Parolio Estudio. Pepe Fernández, director y socio del grupo Music Resort –encargado del proyecto–, llegó al lugar por azar y se quedó inmediatamente prendado. "Nos daba respeto al principio; la idea era cambiar el estilo manteniendo la esencia de los 50, ofreciendo una propuesta actual y que supieras nada más entrar que estabas en un lugar mediterráneo, tanto a nivel estético como gastronómico".
Se pusieron manos a la obra para convertir ese edificio abandonado en un lugar que todos los habitantes de la ciudad pudiéramos reconocer como propio. Y para que los viajeros lo tuvieran también como referencia. "Queríamos que la azotea fuera el motor diario, para acoger a esa Valencia inquieta", apunta Fernández.
El 'Àtic Alameda' es un restaurante panorámico, una terraza para el tapeo, el tardeo, las copas, los cócteles, lo festivo, que abre todos los días, de 12 de la mañana a 2 de la madrugada (los fines de semana cierra a las 3). Desde este balcón de la Alameda (un paseo emblemático de la ciudad, con solera, único), el chef Nicolás Román les da a los visitantes dos ofertas de experiencias gastronómicas.
La de la terraza es la más casual, la más desenfadada, la que permite disfrutar de un menú diario por 15 euros o picar algo durante todo el día. Su carta ofrece una sólida lista de aperitivos (como el tartar de tomate rosa, remolacha morada y tomate amarillo) y una divertida experiencia, la del Do it yourself, ese hazlo tú mismo, esa propuesta gastronómica interactiva que Nicolás ha inaugurado en Valencia.
"Es una nueva forma de comer y de degustar un plato, que el comensal se lo organice. Queremos que los platos vuelvan a ser elemento de socialización y conversación. Los comensales pueden mezclar los ingredientes y terminar de darles el punto en la mesa", apunta el chef. Ejemplo: ceviche de corvina de milla cero de la Llotja de la Seda, con cítricos de kilómetro 0 de la huerta valenciana. El ceviche, que se ha convertido en un indispensable en la gastronomía patria, Román lo sirve a taquitos y el comensal lo mezcla con el combinado de cítricos y lo deja macerar antes de degustarlo.
Junto a esa oferta más desenfadada convive en el mismo espacio el 'Àtic Restó', que consiste en una carta más elaborada y un menú degustación. Ambas propuestas se disfrutan en este mismo lugar de las alturas, plagado de luz, armonioso y tranquilo, donde a veces irrumpe la música en directo, las fiestas inaugurales, los encuentros casuales…
'ÀTIC-PALAU ALAMEDA' - Calle del Arquitecto Mora, 2. Tel. 963 54 51 76.
Valencia está cambiando sus usos y costumbres. Los hoteles, hasta ahora, eran lugares que el habitante de la ciudad ignoraba por principio: eran un sitio para turistas. Pero la oferta gastronómica de sus restaurantes y, al llegar la primavera, sus terrazas, han variado los hábitos.
El 'SH Valencia Palace' fue uno de los primeros hoteles de cinco estrellas que se alzaron en la ciudad. Este año, para celebrar su 25 aniversario, han decidido darle otro aire a su terraza, desde donde se atisba el jardín de la Alameda, el Palau de la Música y esa extensión eterna del jardín del Turia. Nueva y cuidadísima decoración, nuevas ofertas gastronómicas y una amplia variedad de cócteles, así es 'La Terracita del Palace', que abre de mayo a septiembre (dependiendo del tiempo puede alargarse más) todas las noches desde las 20:00 hasta la 01:30 horas de la madrugada.
Ubicada en la sexta y última planta del hotel, en esta azotea se ofrece la carta Copas&Brasas. Se puede cenar de manera informal, elegir platos de carne y pescado a la brasa, tomar una copa o decantarse por cualquiera de sus cócteles, que es la especialidad del lugar.
Es un buen lugar donde tomar algo antes o después de asistir al Festival Internacional de Jazz del Palau de la Música, justo enfrente, o a cualquiera de los conciertos que se celebran en los Jardines de Viveros, durante la Feria de Julio, apenas a unos pasos de esta azotea. En su menú La Terracita Food hay un postre que nadie debería perderse: fresas estofadas con helado de merengada.
Durante la celebración del 25 aniversario, los responsables del hotel hablaron de esta azotea con pasión, como si fuera la joya de la corona: la Valencia nocturna que parece infinita tomando un pisco sour o cualquiera de los mojitos especiales que preparan.
'LA TERRACITA DEL PALACE' - Paseo de l'Albereda, 32. Valencia. Tel. 963 37 50 37.
Nos alejamos de los jardines del Turia, de la zona noble del otro lado del río, y nos vamos al centro histórico, al mítico barrio de El Carmen, donde nos espera uno de esos hotelitos con encanto que también han decidido aprovechar las alturas. La 'Blanq Terraza' está ubicaba en la quinta planta del 'Carmen Hotel', en el casco antiguo.
Empezó su vida de manera tímida hasta que se corrió la voz: era de los primeros hoteles de este barrio (más de tierra y menos de cielo) que se decidía a abrir su azotea. Desde allí se ven las cúpulas, los edificios históricos y ese barrio caótico, intrincado y especial que es El Carmen. Lo primero que sucede cuando subes es que te topas de frentes con las Torres de Serranos, que los valencianos, y el turista en general, siempre suelen ver desde abajo.
Desde las 12:00 (bajo zonas sombreadas y una brisa prometedora) hasta las 00:00 horas de la noche, en esta céntrica azotea, decorada con mimo emulando a Marrakech y con guiños contemporáneos, se puede disfrutar de la vista sin más o se puede tomar un arroz al medio día, picar por la noche o tomar a media tarde una de las especialidades de la casa: la clásica ensaladilla rusa con bonito del norte que el chef Carlos Romero ha sabido reinventar. Es un lugar especial que recomendamos porque no es habitual que en Valencia se puedan disfrutar de vistas desde las alturas, justo en ese barrio, que tiene un precioso y singular skyline.
'BLANQ TERRAZA' - Calle Blanquerías, 11. Valencia. Tel. 674 66 63 09.
No salimos de El Carmen porque a pocos metros, en otro de esos lugares que no pueden dejar de visitarse, los aledaños de la Catedral y su conjunto histórico, con el Miguelete como estandarte -para los valencianos es como nuestra giralda particular-, se alza otra azotea, la 'Petit Bistró Terrace', que está en la última planta de un hotel muy recomendable, el Petit Bistró.
Hasta hace unos años, era raro encontrar en los barrios históricos hoteles bonitos, recoletos y acogedores. Así que sigue siendo un feliz descubrimiento hallar pequeños establecimientos como este en estos centros urbanos tan paradigmáticos. Al llegar al 'Petit Bistró', cuya fachada clásica se difumina con el entorno, nada nos anima a pensar que lo de dentro va a ser puro estilo contemporáneo. Y cuando llegas a la azotea, parece que has cambiado casi de ciudad.
Espectacular por las vistas a los tejados, las iglesias, las torres, los campanarios, los edificios milenarios, esta terraza chic está perfectamente equipada para dejar que el tiempo fluya, viendo atardecer o anochecer bajo la tenue luz que llega de la calle. Se puede beber cualquier cosa, incluido cócteles. Y al mediodía se puede tomar un aperitivo bajo sus sombrillas.
'PETIT BISTRÓ TERRACE' - Calle Cabillers, 3. Valencia. Tel. 963 92 25 07.
Dejamos el casco histórico y nos vamos al centro de verdad, a nuestro particular kilómetro 0: la plaza del Ayuntamiento de Valencia. Allí, desde 1953 preside la plaza el Ateneo Mercantil de Valencia, un especie de sociedad cultural, que ha albergado todo tipo de asuntos y que hace un par de años decidió remodelar y abrir al público su mirador. Da a la espaciosa plaza municipal y las vistas, a 50 metros de altura, dan una perspectiva del paisaje urbano bastante inusual.
Enfrente, el majestuoso edificio que alberga el Ayuntamiento, con el conocido balcón. Y en días claro, si miras hacia el sureste, verás el Mediterráneo, y si miras hacia el norte, la Sierra Calderona, una de nuestros sistemas montañosos más carismático. Pero lo más curioso es que desde este Mirador se puede obtener una visión de 360 grados de la ciudad: la estación del Norte, el puerto, la Ciudad de las Artes y las Ciencias... Valencia entera a nuestros pies.
Desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche, cualquier viajero puede acceder al Mirador. El Ateneo ofrece en su 'Sky Bar', situado al lado, la posibilidad de comer o cenar. Hay un donativo para entrar de 3 euros.
'MIRADOR DEL ATENEO' - Plaza del Ayuntamiento, 18 (entrada al edificio por la calle Moratín, 12). Valencia. Tel. 961 10 28 27.