Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
Añadir evento al calendario
Querida Elena:
Me ha gustado comprobar que los más jóvenes de mi whatsapp-gastro tenían tu programa Con las manos en la masa en algún lugar de su casquería emocional, dados los comentarios al saber que nos has dejado por otros banquetes cósmicos.
Algunos te recuerdan porque sus tías o sus madres no se lo perdían, otros hacen coñas de lo bebés que eran en aquellos tiempos de la tele y otros confiesan que les inoculaste el virus de la cocina de la que ahora gozan a manos llenas.
He abierto un cajón y he sacado una cincuentena de pequeñas revistas donde se editaban las recetas de tu programa y el personaje invitado que daba a conocer lo mejor de su región o especialidades familiares que se traían bien aprendidas y tú hacías como que no las conocías para no quitarles protagonismo, ¡parecía que te hacías la tonta!
Pedro Almodóvar prepara pisto manchego con Elena Santonja.
Por allí pasaron todos los que, en los años ochenta, iban a ser o ya eran parte de nuestro imaginario colectivo como Amparo Baró, Mónica Randal, Echanove, Juanito Navarro, Chicho Ibáñez Serrador, Almodóvar, Chus Lampreave, Concha Velasco, Emma Penella, Juana Andueza, periodistas gatronómicos como Ana Lorente (A punto), o Luis Betónica, Nestor Luján, Javier Domingo, Joaquín Merino, políticos de la Transición como Senillosa, cocineras como Rosa Grau, Mayte o Simone Ortega, Lourdes March, Alicia Ríos, cocineros como Victor Merino y Pedro Larumbe, Clemencio Fuentes (Jockey), José Castillo, Currito, músicos como Miguel Monzón (Wyoming), Carlos Tena, Moncho Alpuente, Alaska, Sabina, Massiel, toreros como Litri padre, claro, ilusionistas como Riversson, doctores en Nutrición como Diego Varela, doña Petra del Mesón del Segoviano, en la Cava Baja de Madrid... Un sinfín de gentes interesantes.
Colaboré contigo en el back stage, es decir, en la rulote anexa al estudio, donde preparábamos los pasos intermedios para que todo resultara "natural". El día que más disfruté fue cuando Miguel de la Cuadra Salcedo trajo un maletín lleno de especias de todos los continentes, o casi. Macizos de vainas de vainilla de México recogidas en haces como puros, una montaña de todos los chiles secos y frescos (desconocidos para mí), pasilla, ancho, mulato, morita, guajillo, rocotos, granos del paraíso, cortezas de nueces moscadas, troncos de canelas, una montaña de achiote (una especie de pimentón), cardamomos, pistachos, maíz morado y blanco, pimientas australes... Muchas las veía en directo por primera vez. Al final del programa, Miguel me dijo que cogiera las que quisiera. ¡Qué lujo!
Me dice mi amiga Juana Andueza que cocinaste hasta el final, recibiendo a los amigos que iban a darte charleta y que en Tánger jugabais a ir al mercado a comprar alguno de tus pescados favoritos y en Egipto y en la India... y que después siempre salíais a dibujar colores y olores...