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Guirlache Teruel Muñoz

Turrón de guirlache de la Dulcería ‘Muñoz’ (Teruel)

El turrón 'made in' Aragón

Actualizado: 23/12/2021

Fotografía: Ferrán Mallol

El guirlache es una deliciosa barrita de almendra y caramelo que se prepara de norte a sur de la comunidad en las pastelerías de Huesca, Zaragoza y Teruel. Muchos de estos obradores cuentan con una historia centenaria, como el que nos ocupa, 'Muñoz', una dulcería fundada en 1855 por Cayetano Muñoz en la capital turolense y que hoy regenta la quinta generación de la misma familia. Una saga pastelera al frente del negocio en la plaza más emblemática de la ciudad.
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Hace falta seguir una lógica en tres fases para encontrar el vínculo entre el primigenio negocio de Cayetano Muñoz: la cerería y la dulcería. Quienes se dedicaban a la fabricación de velas poseían colmenas de abejas para obtener la cera y, a la vez, disponían de miel, a la que había que darle salida comercial. Así ocurrió con la cerería de Muñoz.

Dulcería familia Muñoz
Elena y Chencho son la quinta generación de la familia Muñoz al cargo de la dulcería.

Con el tiempo constató que la demanda de dulces era mayor que la de velas y el negoció viró definitivamente hacia la dulcería. Así ha sido durante generaciones que han ampliado el surtido hacia los chocolates a la piedra, los dulces de membrillo o el tradicional turrón de guirlache.

Muñoz Dulces Teruel
La trayectoria centenaria del obrador le ha convertido en un referente dulce en Teruel.

Actualmente, desde noviembre a febrero, en ‘Muñoz’ se elabora guirlache. Se inicia la producción un poco antes de la Navidad y se prolonga hasta la celebración de las Bodas de Isabel de Segura, las llamadas Fiestas Medievales de Teruel, en el mes de febrero.

Pesos centenarios
Los pesos originales del obrador miden la libra y cuarto de almendra y azúcar que se echa al cazo.

Guirlache, una receta de memoria

Los ingredientes para elaborar el guirlache de ‘Muñoz’ son dos: almendra y azúcar. Como tantas veces, todo lo que aparenta ser sencillo no lo es tanto, y el tramo que discurre desde estos dos ingredientes a la barrita de guirlache final se tiene que transitar necesariamente con la pericia de un buen pastelero. Con los sentidos bien puestos en la elaboración, al guirlache no se le puede quitar el ojo y la atención en ningún momento del proceso.

Ingredientes guirlache
La almendra marcona se usa en crudo, al contrario que en otros obradores que la emplean ya tostada.

Libra y cuarto de almendras -que equivalen a unos 566 gramos- y la misma cantidad de azúcar, es la medida actual y la que siempre fue desde que se tiene memoria en esta casa turolense. Así lo demuestran los pesos originales que todavía están en uso en el obrador. No hay un libro-recetario que haya pasado de mano en mano, “las recetas están apuntadas en papeles”, nos cuenta Elena Muñoz, “y recurrimos a ellas cuando queremos volver a elaborar alguna especialidad”.

Como hacer guirlache
La mezcla se remueve sin descanso durante unos minutos en un cazo de cobre.

“La almendra y el azúcar se tuestan a la vez en el guirlache, esa es la clave de nuestra casa“, apunta, por su parte, Chencho Muñoz. A diferencia de otras recetas en las que se usan las almendras previamente tostadas, en el obrador turolense se usa la almendra cruda. La almendra cortada y el azúcar se encuentran en un cazo de cobre muy hondo, donde se mezclan y remueven sin descanso durante unos minutos. El azúcar fundido abraza a la almendra formando una masa. La experiencia del elaborador conoce el momento exacto en el que el azúcar fundido y la almendra toman el color exacto. En ese momento se vacía la mezcla sobre una superficie plana y fría, contenida en un marco metálico, que dará el aspecto final. Una vez atemperado, sobre la masa de guirlache se desliza un rodillo cortador para dar forma a las barritas de guirlache.

Atemperar guirlache
Una vez conseguido el punto exacto, se vuelca el contenido en una superficie plana y fría enmarcada.

Estas barritas energéticas clásicas, de unos 20 gramos, se envuelven manualmente, una a una, en el papel blanco donde se indica que se trata de Guirlache de Teruel. Así llega a mesas en Valencia, Barcelona o en el mismo Teruel. Igualmente puede llegar también a casi cualquier punto del planeta, pues esta confitería centenaria vende también online sus productos. La producción de guirlache es totalmente artesanal, de kilo en kilo, pues difícilmente se podría remover manualmente mucho más peso añadido al del grueso cazo. Es tan artesanal que en el obrador se mide en “vaciadas”, es decir, las veces diarias en las que el cazo ha vaciado su contenido acaramelado para ser cortado.

Guirlache Teruel
Es necesario pasar el rodillo sobre el guirlache para extenderlo por toda la superficies.

Ingredientes de primera

El guirlache de ‘Muñoz’ se ha elaborado desde siempre con azúcar y almendra marcona del Bajo Aragón, una comarca de la provincia de Teruel donde los fríos son menos severos y abundan los cultivos mediterráneos: olivo, vid y almendro. La almendra marcona es la variedad reina en la repostería, es la más demandada por su tamaño y sabor, y su precio es ostensiblemente superior al del resto de variedades de almendras.

Cortar guirlache
El primer corte, una vez atemperado el guirlache, se hace con un rodillo cortador.

Solamente en los años de escasez de la posguerra se usó cacahuete en vez de almendra en el guirlache de ‘Muñoz’. A ese producto, creado fruto de la necesidad, se le conoció como “guirlache de segunda” y desapareció en cuanto las condiciones económicas mejoraron.

Barra guirlache
El segundo corte es el que da la forma definitiva a las barritas del 'Guirlache de Teruel'.

Durante décadas, el guirlache de esta casa se cocinó en una hornilla de carbón. Tanto tiempo haciéndolo así, hizo creer a muchos de los trabajadores del obrador que ese tipo calor que proporcionaba la combustión del lignito, de las vecinas minas de Utrillas, formaba parte del éxito de la receta. Que difícilmente se lograría el afamado caramelo almendrado en otro tipo de fuente de calor. A finales de los 80, la cocina de carbón se sustituyó por una de gas y quedó demostrado que, contando con ingredientes de primera, la clave de la receta está más bien en la pericia de quien elabora el guirlache. Y así sigue siendo.

Guirlache tradicional
El proceso de envoltura se hace manualmente, manteniendo el carácter artesano de este producto.

La diferencia con otros guirlaches

La sencillez de la receta turolense deja al margen algunos ingredientes que sí pueden encontrarse en otros guirlaches aragoneses: la miel, el limón y las bolitas de anís. La miel se utiliza como sustitución o complemento del azúcar en mayor o menor proporción. Con el limón se busca mantener al azúcar alejado de las cristalizaciones demasiado prontas, que estropean el resultado final. Y las diminutas bolitas de anís tienen una función principalmente decorativa.

Dulcería Muñoz
Aunque el guirlache es la estrella de 'Muñoz', también elaboran chocolates a la piedra o dulces de membrillo.

El turrón de guirlache tiene seguramente origen árabe, por su concepto e ingredientes. Pero como recoge Carmen Abad-Zardoya en su libro Los Oficios del Dulce, al igual que ocurre con otros turrones, se plantean algunas dudas sobre sus orígenes más recientes, en las que también habría que sumar las tradiciones del torrone italiano y del nougat francés.

La sencillez de la receta turolense deja al margen algunos ingredientes que sí pueden encontrarse en otros guirlaches aragoneses: la miel, el limón y las bolitas de anís.
La sencillez de la receta turolense deja al margen algunos ingredientes que sí pueden encontrarse en otros guirlaches aragoneses: la miel, el limón y las bolitas de anís.

La voz “guirlache”, según la misma fuente, procede del francés antiguo grillage, que significa “cosa tostada”. A diferencia de otros turrones, su consumo ha sido tradicionalmente en barritas individuales. Los guirlaches de Aragón alcanzaron cierta fama durante la exposición Hispano-francesa celebrada en Zaragoza en 1908, donde distintos maestros pasteleros aragoneses hicieron demostraciones en vivo de esta especialidad repostera.

‘MUÑOZ’- Plaza Carlos Castel, 23. Teruel. Tel. 978 60 11 30.

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